Vecinos del barrio Santa Catalina, en Lomas Oeste, denunciaron que la zona “está liberada” para el accionar de delincuentes, que cometen robos en la calle e ingresan a las casas durante todo el día. “Desde hace 4 meses la situación de la inseguridad viene empeorando y la Policía no da respuestas”, aseguraron. “La situación es muy preocupante porque estos delincuentes – algunos tienen casi 30 años y otros son muy pibitos – entran en las casas a robar o le sacan el celular a los pibes en la calle y la plata a las abuelas. Se meten con todos”, contó Vilma Corcilli, vecina del barrio Santa Catalina. Y agregó: “esta es una zona liberada para los delincuentes”.
La avenida Olimpo, calle 4, calle 6, calle 10 y Diagonal 62 fueron marcadas por los vecinos como las arterias más peligrosas del barrio. “Vivimos encerrados y cuando denunciamos en la Comisaría de Budge nos contestan que no tienen suficientes patrulleros para hacer recorridas”, señaló.
En diálogo con DiarioConurbano.com, Corcilli dijo que “a veces los delincuentes usan armas de fuego que las tiran en las zanjas cuando vienen a buscarlos, o también navajas”, a la vez que contó que a su hija “le robaron el celular y la billetera, a la tarde temprano, cerca de casa”.
Por su parte, Sara Román contó que cerca de su casa le arrebataron la riñonera, la lastimaron y empujaron a su hijo. “Venían escapando después de hacer otro robo, y llevaban un revólver.
“Hace unos días entraron por calle 7 varios patrulleros a buscar a unas personas que habían cometido un robo y los sacaron a balazos. Los ladrones están más armados que los policías en este barrio”, aseguró. Y añadió: “los patrulleros vienen muy poco y cuando llegan, los policías no se bajan”.
En la misma línea, Graciela, otra vecina de Santa Catalina relató que para robarle a su hija en la calle, le apuntaron un arma a su nieta de sólo tres años. “Para nosotros estas situaciones se han convertido en normales porque el barrio es tierra de los ladrones”, aseveró.
La vecina dijo que los reclamos por la inseguridad “no tienen respuesta de nadie”. Y agregó: “lo peor es que a los que roban los vimos crecer en el barrio pero como ya son adultos, los padres no se quieren hacer cargo”.
Vilma Corcilli explicó que “antes se respetaba los maestros y a los vecinos, ahora ya no”. Y agregó: “en la escuela del barrio los profesores tienen miedo, dejan de venir y después no se consigue gente que venga a dar clase”. Y finalizó: “estamos cansado y enrejados.
Foto ilustrativa