Así lo sostuvo Zaida Gatti, coordinadora de la Oficina de Asistencia a la Victima de Trata del Ministerio de Justicia de la Nación, quien además aseguró que Argentina ha “avanzado mucho el tema en relación con otros países”.
Por Manuel Rodríguez
La coordinadora de la Oficina de Asistencia a la Victima de Trata del Ministerio de Justicia de la Nación, Zaida Gatti, señaló que en el Conurbano bonaerense, los prostíbulos están “a la vista de todo el mundo” y consideró que “por omisión de la denuncia” los gobiernos municipales y las fuerzas de seguridad no combaten la explotación sexual.
“En el Conurbano los prostíbulos están a la vista de todo el mundo y hasta hace algunos años no se denunciaba. Hay grandes niveles de connivencia en los municipios y las policías locales, que muchas veces pasa por la omisión de la denuncia y no por un rédito económico”, afirmó Gatti en declaraciones a Aire Nativo, que se emite por radio eLe, FM 93.30.
Asimismo, añadió que, para cambiar esta situación, “se trabaja en diferentes municipios”, con campañas de “campañas de sensibilización”, que buscan generar empatía con el tema y desde las que han ingresado un “gran caudal de denuncias”.
En el Día Internacional de Lucha contra la Trata de Personas, que se conmemora por la promulgación en 1923 de la ley Palacios en Argentina, que penó el proxenetismo, Gatti analizó el contexto del delito en el mundo y el lugar de nuestro país.
“A nivel mundial la trata de personas se está incrementando abismalmente. Hemos avanzado mucho en relación a otros países, ya que todos los convenios internacionales y legislación argentina lo hemos transformado en acciones concretas”, apuntó.
Y agregó: “Todavía escuchamos discusiones sobre definiciones del Protocolo de Palermo. Esto nos diferencia de la mirada que tienen muchos gobiernos de este delito. Acá tenemos una directiva clarísima que partió de Néstor Kirchner, que es combatir la trata, asistir a las víctimas y lograr una reinserción social”
Asimismo afirmó que la magnificación de la trata se da porque existe una relación “bastante clara” en la que “la víctima se compra una vez y se venda muchas”, lo que da un “margen de ganancias mayor”, y remarcó las dificultades para combatir los fines de explotación laboral
“La trata con fines de explotación laboral comprende un 55 por ciento de la trata de personas. Nos encontramos con víctimas más difíciles de reconocer su condición de damnificados y el consumo se da sin saber que existe una red delictiva detrás”, explicó.
Y destacó el trabajo en Argentina: “Tenemos funcionarios comprometidos con esta temática, que trabajan desde el terreno y no desde un escritorio firmando documentos, donde no se logra la empatía necesaria para abordar el delito”.