Con 46 años, cinco nietos, seis hijos y su esposo, Stella Maris Galarza es una vecina de Lavallol, Lomas de Zamora, que en 2018 prestó por primera vez su vientre para que una pareja pueda concretar su deseo de ser padres ya que por vía propia biológica no podían hacerlo, acción que sigue llevando a cabo ayudando a otras familias en la misma situación.
Si bien hasta 2007 era donante de óvulos, seis años después le llegó la posibilidad de pensar en el hecho de prestar su vientre. Cuestión que le tomó un tiempo más para prepararse psicológica y emocionalmente.
En diálogo con DiarioConurbano.com, Stella Maris comentó: “psicológicamente me imaginaba que ya lo estaba haciendo, quería hacerlo. Trabajé en mí misma, fue un año de tristeza, llanto y dolor el imaginarme embarazada y entregar el bebé. Hasta que sentí que estaba preparada. Es así como en 2018 ayudé a una familia que tuvo trillizos. Me sentí feliz de llevarlos conmigo más de lo que nadie pudiera imaginar, el ayudar es algo que no tiene precio”.
Con respecto al marco legal, en un principio ella figura como la mamá de los niños y luego con la presencia de un escribano se tramita la documentación pertinente y una vez que se labra la partida de nacimiento ya queda estipulado que la donante es subrogante. Se arregla todo mediante abogado, y luego se le paga.
“El llevar un bebé que no es tuyo es hermoso, también lo sentís como tú propio hijo, pero sabiendo que no lo es. Lo cuido mientras está en la panza, le doy ese amor que necesita y le hablo para explicarle que sus papás lo están esperando, y que yo siempre voy a estar en lo que necesite. Ellos son una parte de mi vida, no tienen mi sangre, pero los amo y lo haría mil veces más. Por suerte mi familia siempre me apoyó”, reflexionó Galarza.
Asimismo, lo volvió a hacer en 2020 y nació en 2021 un varón. Después de vivir esta experiencia, Stella Maris sugirió: “Lo recomiendo a las personas que lo quieren hacer de corazón porque es un bebé que viene en camino para ir a los brazos de una familia que lo va amar igual que yo a mis hijas”.
NI PROHIBIDA, NI LEGISLADA: LA MATERNIDAD SUBROGADA
La subrogación es una técnica de reproducción humana asistida (TRHA) a la que se recurre cuando el embarazo no puede producirse de manera natural. Puede ser utilizada en los casos en los que por impedimentos biológicos no se puede llevar adelante un embarazo, en familias del mismo sexo (dos varones) o monoparentales.
Se lleva a cabo a partir de una persona que tiene capacidad de gestar y acepta someterse a TRHA, con la intención de llevar a término un embarazo en favor de una persona o pareja, quien se compromete a entregar al niño/a o niños/as, sin que se produzca vínculo de filiación alguno.
En nuestro país no hay una normativa que se exprese al respecto, entonces los casos de maternidad subrogada se enmarcan en el Art. 19 de la Constitución Nacional, que en su última parte dice que “Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”. Es decir que no está prohibida en el nivel legislativo, pero todavía no está creado un marco normativo que podría regularla.
Lara Laghi
