El sociólogo y docente de la UBA Pablo Alabarces afirmó que “la barrabravas constituyen una profesionalización de la cultura del aguante que se financia con el dinero clandestino”, que viene de la venta ilegal de entradas y el aporte de dirigentes y jugadores.
Alabarces es un estudioso del fútbol como fenómeno de masas. Aguilar acaba de editar su último libro “Héroes, machos y patriotas. El fútbol entre la violencia y los medios”.
“El aguante es una construcción machista que es uno de los principales pilares de la violencia en el fútbol y que se esconde detrás de frases como ´este equipo tiene que ganar o morir´”, sostuvo el investigador del CONCET. Y alertó: “Cuando ese mensaje se da desde Fútbol para Todos, es el propio Estado el que reproduce la cultura del aguante”.
Alabarces descartó que la violencia en el fútbol esté directamente relacionada con las clases sociales. “En un momento del partido, la popular y la platea terminan gritando que su equipo tiene aguante, lo que significa que puede imponerse violentamente al otro”, sostuvo.
En diálogo con Aire Nativo, que se emite por Radio eLe, FM 93.30, el docente de la UBA consideró que “la violencia del fútbol es distinta a otras y no se trata de una cuestión de unos pocos sino que es un problema estructural”.
“Las estructuras de seguridad del deporte en Argentina son un montón de chantas que cobran el sueldo a fin de mes, sin hacer nada. Y los resultados están a la vista”, disparó Pablo Alabarces, quien cuestionó el rol “cómplice” de las barras que tienen las fuerzas de seguridad.
Apasionado del fútbol, Alabarces le ha dedicado más de 20 años a su investigación sobre la violencia en el fútbol y los imaginarios sociales que se construyen en torno a este deporte popular.
“Diego Maradona es el símbolo más peronista de la Argentina. Es un símbolo plebeyo que lleva la Patria a la victoria”, opinó. En la misma línea, dijo que “Lionel Messi aún no puede reemplazar a Maradona porque no ganó un Mundial y porque no es nacional y popular.
Finalmente, consideró que Maradona es ”el mito de masas más importante de la segunda mitad del siglo XX en Argentina”.