La diputada provincial Karina Nazabal (FpV) presentó un proyecto de ley que establece una licencia igualitaria por maternidad y paternidad para las y los trabajadores de la Administración Pública, o sociedades de economía mixta con participación estatal mayoritaria de la Provincia de Buenos Aires, por un período de 120 días a partir del nacimiento o la tenencia.
La iniciativa se fundamenta en dos sentidos, por un lado en la equidad de género frente a la responsabilidad de la crianza en forma armónica con el principio del interés superior del niño o niña, y por otro en la extensión de las licencias en comparación con los plazos que actualmente rigen para los trabajadores del Estado. A la fecha, algunos estatutos reconocen 90 días de licencia para las madres y de 3 a 5 días para los padres.
El proyecto, según señala un comunicado de prensa, destaca una diferencia para con los recién nacidos prematuros de bajo y de alto riesgo, extendiendo la licencia a 150 y 180 días respectivamente, los cuales comenzaran a regir desde la fecha del alta hospitalaria. También se incluye a los agentes que posean la tenencia, guarda o tutela de menores de edad debidamente acreditada.
Al respecto Nazabal manifestó: “Creemos fundamental actualizar dichas licencias en el marco de la igualdad de género como estamos reclamando en este Paro Internacional de Mujeres, el respeto por la diversidad sexual y la protección de la niñez. Las recomendaciones citadas anteriormente fueron sostenidas y reafirmadas por la UNICEF en diciembre de 2016”.
La diputada de Lanús enfatizo que “pensar en una licencia igualitaria es tener en cuenta la igualdad en la responsabilidad de la crianza desde la primera infancia, es desestimar los roles de género en función de la percepción cultural o de los aspectos biológicos y es considerar las diversas configuraciones de la familia en función de la diversidad sexual y la identidad de género”.
“Se ha demostrado a través de múltiples investigaciones, que la intervención de ambos progenitores durante la primera infancia incrementa el estímulo de los niños y su capacidad de desarrollo, otorgando además a ambos padres más amplitud para reflexionar, respaldo para superar los problemas y conocer mejor las posibilidades de sus hijos”, afirmó la legisladora.
