El 11 de mayo se disputó el partido por la copa Argentina entre Sol de Mayo y Lanús en el Estadio Ciudad de Caseros. La Policía desvió a los simpatizantes del granate ya que uno de los principales accesos al estadio estaba cerrado al tránsito, y camino a la cancha, un grupo de barras destrozaron varios autos de los vecinos del barrio vecino al club.
“Pasaron por adentro del barrio porque la calle principal estaba cortada, se empezaron a trabar los micros, se impacientaron y empezaron a romper cosas”, relató Sergio, vecino damnificado, en diálogo con Diario Conurbano.
A Sergio le destrozaron la camioneta que había dejado en el mecánico sobre García Lorca, arriba de su vehículo se pararon 8 personas. Además, señaló que los hinchas rompieron los autos que estaban estacionados, amenazaron con bengalas a los vecinos que se asomaban por los balcones y les robaron las pertenencias a los transeúntes.
La camioneta destrozada, Sergio la utilizaba para trasladar a su hija discapacitada. “No les importó nada, ni siquiera que tenía el sticker de discapacitado”, lamentó. En una sola cuadra se contabilizaron al menos 6 autos atacados.
Además agregó que no hubo ni un enfrentamiento como para decir que estaban “enardecidos”.
Al finalizar el encuentro se produjeron incidentes donde los mismos vecinos de la zona comenzaron a apedrear a los micros de los hinchas granates por el vandalismo causado. Afortunadamente los hechos no pasaron a mayores y no hubo que lamentar heridos.
Desde la Fundación Lanús se comunicaron con Sergio, el presidente de la institución, Luis María Chebel, estaría interesado en brindarle algún tipo de solución.
“Estamos apuntando a que nos den una respuesta si bien no fue su responsabilidad directa estaban yendo a jugar su partido con su gente y ellos provocaron los destrozos”, finalizó Sergio.