Dos hermanas de 15 y 17 años que hace un año denunciaron a un vecino por acoso sexual fueron atacadas y amenazadas de muerte por el hombre y su pareja en el barrio Santa Ana, en la localidad de Glew. “La justicia lo minimiza porque dice que es un problema vecinal. Ya fueron hostigadas, amenazadas, y cortadas con arma blanca”, denunció la madre de las menores.
Todo comenzó hace un año cuando una mujer del barrio Santa Ana, en la localidad de Glew, denunció a un vecino por acoso sexual hacia sus hijas y cuando fue notificado de la primera denuncia en su contra comenzaron los insultos y amenazas. Hace unos meses, las menores fueron atacadas en plena vía pública.
“Con la primera denuncia, ellos (el hombre y su pareja) incurrieron en desobediencia. Después se sumaron otros vecinos que son amigos de ellos. Son personas que consumen alcohol y drogas. Un día nosotros veníamos de comprar y nos estaban esperando. Empezaron a insultarnos. Vinieron hasta la puerta de mi casa y con arma blanca golpearon a mis hijas, las cortaron, y volvimos a denunciarlos”, explicó Mercedes, madre de las adolescentes, en diálogo con DiarioConurbano.com.
Luego del ataque con arma blanca que, ocurrió hace aproximadamente cuatro meses, la familia continuó denunciándolos porque las agresiones siguieron en el colegio de las chicas y otros lugares. Ahora, las hermanas, por miedo, buscan resguardarse en la casa de amigos mientras esperan que la justicia aumente las medidas.
Según el relato de la madre de las hermanas, la semana pasada, los agresores volvieron a atacar su casa y se sumaron más familiares de los denunciados. La mujer asegura que ningún vecino se quiere meter porque tienen miedo.
“La justicia lo minimiza porque dice que es un problema vecinal. Nos dieron un botón antipánico, pero la semana pasada cuando mi hija venía del colegio y la enceraron, no funcionó. Les habían otorgado custodia dinámica y ahora la renovaron, pero la fiscalía me sigue pidiendo pruebas. Les envié videos donde se ve como pateaban el portón de mi casa la semana pasada, también tienen el perito medico por las heridas de mis hijas”, afirmó Mercedes.
Por el momento, la familia lo único que puede hacer es seguir denunciando cada vez que sucede un nuevo episodio y esperar que la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 6 de Lomas de Zamora, que interviene en la causa caratulada como “acoso sexual”, avance.
“La hija de ellos va al mismo colegio que las mías. Avisé al colegio donde se hizo un acta con fotocopias de las denuncias que realicé y me recomendaron que mis hijas sigan encerradas mientras ellos continúan libres. La justicia simplemente me dice que toquemos el botón y que sigamos denunciando. La verdad, no sé qué más tengo que esperar, porque mis hijas ya fueron hostigadas, golpeadas, y cortadas con arma blanca”, lamentó la madre de las jóvenes.
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