A pesar de que la Policía anunció con bombos y platillos la detención de cuatro “sospechosos” del crimen del joven Pablo Tito, ocurrido en Banfield el pasado 25 de marzo último, en la causa nunca hubo imputados. “De los allanamientos realizados sólo quedó durante varios días una persona detenida porque se le encontró una moto robada pero que no estaba vinculada al hecho”, confirmaron fuentes policiales a DiarioConurbano.com.
De esta manera, se confirmó la denuncia de los familiares y amigos del joven de 27 años asesinado muy cerca de su casa: la causa nunca tuvo detenidos. Este viernes, allegados a Pablo volvieron a marchar en reclamo de justicia y de que se detenga a los asesinos del joven.
El 7 de abril, luego de la conmoción causada por el crimen de Pablo Tito, la Policía anunció que en una serie de allanamientos habían sido detenidas cuatro personas. Los operativos – informó la fuerza a los medios – se realizaron en Lanús Este.
Uno de los detenidos tenía pedido de detención por el intento de homicidio de una mujer policía en Avellaneda. La Policía informó a la prensa que los apresados estaban sospechados del crimen del joven ocurrido en Banfield, a metros de la esquina de Roldán y Ñanduty, en Banfield Este.
Fuentes judiciales confirmaron a este portal que de esos allanamientos sólo quedó detenido durante unos días un joven por “encubrimiento” ya que se le secuestró una moto robada. Al igual que los otros apresados, imputados de delitos menores, recuperó la libertad.
En síntesis, tal como lo dijeron los familiares de Pablo Tito, más allá de la versión policial, nunca hubo detenidos con pruebas concretas en la causa. Es decir, el crimen del joven permanece impune.
Más allá del tema de los detenidos, fuentes cercanas a la investigación señalaron que la instrucción “está complicada” porque “los testigos directos vieron el ataque y escucharon los disparos pero no han podido describir a los homicidas”.
La sospecha sigue en torno a una presunta banda de motochorros que efectuaba robos en la zona de Lanús y Banfield Este.
El 25 de marzo, Pablo regresaba a su casa alrededor de las 20.30, cuando fue abordado por seis delincuentes que se movilizaban en tres motos, que lo balearon al intentar robarle su moto en Roldán y Ñanduty, en Banfield Este. Tito fue llevado de urgencia al hospital Luisa C.Gandulfo de Lomas de Zamora, donde falleció.
La instrucción es llevada por el fiscal Carlos Baccini, titular de la UFI 15 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.