Cinco personas, entre ellas el presunto líder y “la voz” de las llamadas extorsivas, fueron detenidas hoy acusadas de integrar la banda que secuestró a Daniel Calderón, el joven hijo de un panadero que estuvo tres días cautivo en Lomas de Zamora hasta que fue rescatado por la policía, informaron fuentes de la investigación.
Los procedimientos fueron realizados por detectives de la Coordinación Departamental de Investigaciones (CDI) de Lomas de Zamora, bajo las órdenes del fiscal federal de ese distrito, Sergio Mola, quien dirige la investigación.
Los sospechosos detenidos son cuatro hombres y una mujer y con ellos ya son siete los apresados por el caso, ya que al momento del rescate la policía detuvo en el lugar del cautiverio a los integrantes de un matrimonio que actuaban como “cuidadores” de Calderón.
Las fuentes indicaron que en total hoy se realizaron nueve allanamientos en los que se detuvo a los responsables de concretar la captura y de negociar el rescate.
Uno de los investigadores explicó a Télam que «podría ser la misma gente que hace unos años asaltó al padre de la víctima y le robó una abultada recaudación, por eso creían, erróneamente, que ahora la familia podía pagar un rescate de dos millones de pesos».
Entre los sospechosos detenidos hay un hombre al que los investigadores consideran «el cerebro» de la banda y «la voz» que se encargaba de negociar el pago del rescate.
En los operativos también se secuestraron varios teléfonos celulares de interés para la causa y hasta «handys» como los que captan la frecuencia policial, y una billetera de cuero que se cree que pertencía al secuestrado.
Calderón (23) fue secuestrado el 2 de febrero alrededor de las 23.20, a metros de la panadería «Las Violetas», de Lomas de Zamora, propiedad de su padre.
Los delincuentes se movilizaban en dos vehículos, un Renault Sandero Stepway y un Chevrolet Onix gris, con los que le cortaron el paso.
Los secuestradores se llevaron a Calderón privado de su libertad en uno de los autos y, de inmediato, se comunicaron con su padre para solicitar un rescate de dos millones de pesos.
Tres días más tarde, gracias a las tareas investigativas del fiscal Mola y los detectives antisecuestros de la CDI, Calderón fue rescatado por la policía en su lugar de cautiverio sin que se pagara el rescate.
El Departamento de Interceptación y Captación de las Comunicaciones (DICOM), que hasta hacía pocos días funcionaba bajo la órbita del Ministerio Público Fiscal de la Nación, informó el lunes en un comunicado que el trabajo suyo con la localización de las llamadas extorsivas fue clave para que el fiscal Mola pudiera localizar el sitio del cautiverio.
El joven estaba secuestrado y atado con sogas sobre un colchón en una pequeña habitación de una casa situada en la calle Constancio Gaito 621, de Lomas de Zamora, donde el 5 de febrero el grupo táctico irrumpió para rescatarlo sano y salvo.
En el operativo fueron detenidos Javier Alberto Herrera (30) y Cristina Beatriz Frías (39), integrantes de un matrimonio que vivía en la casa junto a un niño de 3 años y que, según la investigación, actuaban como los «cuidadores» de Calderón.
En la casa se secuestraron dos autos robados, dos pistolas y hasta la máscara del «Hombre Araña» con la que su cuidador se cubría el rostro cada vez que ingresaba a la habitación del cautiverio para tomar contacto con la víctima.
Tras su liberación, Calderón contó a la prensa que vivió «un calvario», que lo golpearon duramente y que hasta tuvo que beber agua de una alfombra que había en el piso de la pequeña habitación del garaje de la vivienda donde lo tenían atado con sogas y tirado en un colchón.