El juez de Garantías 8 de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, elevó a juicio oral una causa por “vejaciones” contra el oficial principal David Quijano, quien tuvo sus cinco días de gloria en los medios de comunicación al brindarle asistencia, luego de ser rescatadas, a tres nenas esclavizadas en Monte Chingolo. Ante las cámaras de televisión, inclusive, pidió a la justicia adoptarlas.
Fuentes judiciales detallaron a DiarioConurbano.com que el policía – según la instrucción – golpeó salvajemente a un hombre al que detuvo en 2010 por un homicidio en Monte Chingolo, en Lanús. Tras estar tras las rejas durante 20 meses se comprobó la inocencia de ese sujeto, a la vez que ordenó la investigación de Quijano y se señaló que había sido una causa “armada”.
Vitale el sobreseimiento del policía Quijano planteado por la defensora oficial Karina Costas. Y recordó que “por las patadas y golpes de puño y con el arma dados por Quijano, la víctima recibió heridas de carácter leve”.
En los próximos días se sorteará el Tribunal Oral en lo Criminal de Lomas de Zamora que llevará adelante el juicio oral y público al policía por el delito de vejaciones, para el cual se prevé una pena de uno a cinco años de prisión.
Cabe recordar que el policía David Quijano se encuentra en libertad y continúa siendo miembro de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
En julio pasado, Quijano participó del operativo en el que se rescataron a tres menores de edad que eran explotadas sexualmente y esclavizadas por una pareja, en Monte Chingolo. Ante los medios, y ante la no aparición de las menores víctimas, el policía pidió ante los medios adoptar a las niñas. Así, algunos canales lo bautizaron como el “policía héroe”.
El 5 de octubre de 2010, cerca de las 4,30 de la madrugada, Alejandro Bordón salía de su casa en Monte Chingolo rumbo a su trabajo en el Aeroparque Jorge Newbery. A unas pocas cuadras de allí, en un intento de robo, a Juan Alberto Núñez, un colectivero de la línea 524.
Cuando escuchó los disparos, el policía David Quijano salió de su casa, también en Monte Chingolo. Tras preguntarle a una pareja que estaba en lugar, dominado por la oscuridad de la madrugada, el oficial se subió a colectivo. Ahí se encontró con Bordón que estaba yendo a su trabajo.
“De golpe sentí que me gritaba un hombre. Sacó un arma y me gritó que me arrodillara. Entonces me empezó a pegar patadas en todo el cuerpo, especialmente en la cara”, recordó Bordón, en diálogo con DiarioConurbano.com.
El homicidio había ocurrido unos minutos antes de la violenta detención. El colectivero había recibido tres balazos de una pistola calibre 9 milímetros. En las manos de Bordón, la prueba de parafina – cuyos resultados tardaron mucho en conocerse – dio negativa. Y los testigos nunca terminaron de reconocerlo como el autor del crimen.
“Recién un rato después de mi detención y de los golpes que me dio, Quijano se identificó como policía”, dijo Bordón. El hombre y el oficial son aún vecinos. “Vivimos a unas diez cuadras”, contó la víctima de la causa “armada”.
El homicidio de Juan Alberto Ruíz generó un paro de colectivero. Las autoridades del Gobierno provincial se apuraron a declarar que estaba detenido el autor del hecho, y que tenía “un frondoso prontuario”. Se trataba de Alejandro Bordón, sin antecedentes y sin conocimiento, aún, de por qué estaba detenido.
Mientras estaba detenido, los investigadores policiales comenzaron a verse en problemas, por obvia falta de pruebas, para involucrar a Bordón en el hecho. El móvil no podía ser el robo. Los golpes y la detención violenta que llevó a cabo Quijano comenzó a convertirse en un escándalo.
Entonces, inventaron un móvil: el pasional. “Afirmaron que mi mujer y el colectivero eran amantes. Le plantaron mi chip en el teléfono de Núñez pero lo hicieron de una manera tan desprolija que no borraron números. Entonces aparecían los teléfonos de mis amigos y de mis familiares”, señaló Bordón.
El hombre pasó por varias unidades penales durante los 20 meses en los que estuvo detenido a la espera del juicio oral. Entre ellas, sufrió una estadía en la cárcel de Sierra Chica.
La causa “armada” contra Bordón – por la que también investigaron a un fiscal de Lomas de Zamora – incluyó un arma plantada y un testigo amenazado y pruebas falsificadas. “En el juicio oral, un testigo no reconoció su firma en su declaración. Aseguró que se la habían falsificado”, sostuvo.
En 2012, la causa llegó a juicio oral y público. Allí, pudieron verse todas las irregularidades de la investigación. El Tribunal Oral en lo Criminal 8 desestimó todas las pruebas contra las pruebas con Alejandro Bordón. “Ni el policía Quijano me identificó en la rueda de reconocimiento”, contó Bordón.
Los jueces, en un fallo unánime, absolvieron a Alejandro Bordón. A partir de entonces, el hombre le hizo una denuncia a David Quijano por los durísimos golpes recibidos durante su detención y las pruebas plantadas.
Esa denuncia fue investigada por el titular de la UFI 5. Unos días antes de que se David Quijano apareciera en los medios como “el policía héroe”, el fiscal de Lomas de Zamora Juan José Vaello requirió la elevación a juicio oral de la causa, caratulada como “Vejaciones”. Este pedido fue ratificado en las últimas horas por el juez Gabriel Vitale.