Un jurado popular encontró culpable a dos jóvenes acusados de asfixiar, intentar descuartizar y luego quemar a un vecino de Banfield, en un departamento de la localidad de Ezeiza en diciembre de 2018. El veredicto se conoció en la tercera jornada de debate y la decisión fue unánime por lo que podrían ser condenados a la pena de prisión perpetua.
Se trata del juicio contra Aldana Rosarno Díaz (21) y Axel Segovia (26) que este jueves fueron encontrados culpables por los delitos de “robo agravado por el empleo de arma”, “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” y “homicidio agravado criminis causa”, en perjuicio de Gustavo García Ibáñez, de 36 años. La víctima era empleador de Rosarno. Díaz también fue encontrada culpable del delito de incendio.
Con la formulación de los alegatos finales por parte del Ministerio Público Fiscal y la Defensa se arribó a instancia de deliberación luego de tres días de debates que contó con varios testimonios. El juicio estuvo a cargo de Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora.
La fiscal Marcel Dimundo en su alegato realizó una minuciosa reconstrucción de los hechos relatados el primer día, pero relacionándolas ahora con todas las pruebas que cada uno de los testigos trajo al debate oral y público.
«Ella lo entregó»
Dimundo explicó que Gustavo García Ibáñez (36) había vendido un vehículo y Díaz sabía que había plata en la casa. En ese contexto, el 19 de diciembre de 2018, alrededor de las 19.45, Axel Segovia en compañía de dos personas que no pudieron ser identificadas van al domicilio de Belelli 1381, de la localidad de Villa Centenario, donde vivía la víctima. Estas personas llegan al lugar por Aldana Díaz quien conocía a García Ibáñez. “Díaz fue quien pasó la información de que el hombre tenía dinero”, advirtió Dimundo.
Luego, agregó que “la codicia y las ganas de tener dinero fácil” los llevó a planificar un segundo robo. “Ella aprovechó que él (la víctima) se estaba enamorando y lo llevó engañado a Ezeiza. Fueron en moto y ahí lo interceptaron, en la propia casa donde estaba viviendo ella”, indicó.
De acuerdo a la reconstrucción de la representante del Ministerio Público Fiscal, Díaz, Segovia y otro joven apodado “Pipi” –quien está prófugo- participaron del macabro crimen.
“El homicidio fue solo un medio para sacarle la plata que faltaba. La que no pudieron sacarle el 19 de diciembre, por eso hablo de homicidio criminis causa”, afirmó y, añadió que “el móvil de matar por la plata aparece reflejado en las conversaciones entre los acusados y en el resto de las evidencias”.
El incendio
La fiscal acusó a Aldana Díaz por el incendio en el departamento de Ezeiza con el objetivo de alterar y hacer desaparecer los rastros del homicidio. “Para ella no había terminado la historia porque el muerto estaba en su casa y decidió deshacerse de la forma más cruel. Incendiando la casa donde vivía ella y otras familias. Aldana puso en peligro a toda la gente que vivía en el lugar”, aseguró Dimundo solicitando a los miembros del jurado que se pronuncien por la culpabilidad de los acusados.
A su turno Agustina Garamendy, la defensora oficial que representó a Díaz, se refirió a los hechos y recordó lo que había pronunciado en los alegatos de apertura cuando adelantó que la acusada se hacía cargo de los dos robos, incluso, del incendio, pero aseguró que “no hay ninguna prueba de lo que pasó en el lugar”.
En relación a los agravantes premeditados por dos o más personas manifestó que «no hay pruebas» de que los jóvenes se hayan puesto de acuerdo para organizar los hechos y manifestó que la figura que se podría aplicar al caso si el jurado considera que la joven es culpable es la de homicidio en ocasión de robo. «Con las dos figuras por lo que se la acusa no se le va a dar la posibilidad de reivindicarse», expresó.
Garamendy también valoró que la joven no tiene antecedentes y contó que lo que ocurrió luego de los hechos fueron “actos desesperados” de una chica que no tenía quien la ayude. “Ninguna persona a la que acudió la ayudó a hacer lo correcto”, enfatizó. Durante el juicio se comentó que sus padres estaban separados y ella estaba viviendo sola en Ezeiza.
Por su parte, la defensora oficial María Victoria Baca Paunero que representó a Segovia, al comenzar su alegato se refirió a los allanamientos que se hicieron durante la investigación y contó que Segovia fue detenido en su casa un año después del hecho.
«Tanto el robo como el homicidio fueron violentos. Claramente ahí quedaron huellas. Sin embargo, ahí no encontraron pruebas contra Axel», dijo.
Sumó a su argumento que «no se sabe qué pasó ni cuántas personas participaron». También aseguró que Segovia «no conocía a la víctima» y que «nadie lo vio» por el domicilio de Bellelli donde ocurrió el primer robo.
«Estuvo de novio durante seis meses con Aldana, por eso alguna vez estuvo en la calle Derqui (en Ezeiza), en el medio pasó todo lo del homicidio», señaló.
Luego, contó que a Segovia lo detuvieron en su casa. “El estaba trabajando. Cuando lo detienen no pudo recordar lo que pasó en diciembre de 2018. Si lo hubieran detenido apenas ocurrió el hecho, él se hubiera acordado y podía haber entregado su teléfono para ser investigado. Cuando lo detuvieron no tenia teléfono», indicó.
Una vez finalizado los alegatos, el juez técnico Luis Gabian, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 invitó a los integrantes del jurado popular a retirarse de la sala para celebrar audiencia con las partes a fin de que presenten sus propuestas para la elaboración de las instrucciones.
Luego de un cuarto intermedio, el jurado ingresó a una sala contigua para deliberar acerca de lo producido en el marco del juicio, para luego arribar a un veredicto. Luego de más cuatro horas ingresaron nuevamente a la sala de juicio y comunicaron que en todos los hechos, por unanimidad, encontraron culpables a ambos acusados.
Luego de la audiencia de cesura donde las partes se reunirán con el juez técnico se conocerá la resolución del tribunal.
El hecho
Todo comenzó el 19 de diciembre de 2018, alrededor de las 19.30, cuando Axel Segovia en compañía de dos personas que no pudieron ser identificadas van al domicilio de Belelli 1381, de la localidad de Villa Centenario, donde vivía Gustavo García Ibáñez, de 36 años. Estas personas llegan al lugar por Aldana Rosarno Díaz quien conocía a García Ibáñez. De acuerdo a la acusación, Díaz fue quien pasó la información de que el hombre tenía dinero.
En ese contexto, Díaz con la excusa de sacar la basura deja la puerta abierta y los delincuentes ingresaron a la vivienda, golpearon a la víctima con la culata de un arma en la cabeza y se apoderaron de dinero en efectivo, un celular y una guitarra. Luego se fugaron.
El 29 de diciembre de 2018, los acusados organizaron otro hecho. Allí, Segovia participó con otro joven que ahora está prófugo. Ese día, lo llevaron a la víctima al domicilio de la calle Derqui 1162, en Ezeiza, donde vivía Díaz. García Ibáñez llegó al lugar en su moto marca Honda que hacía poco tiempo se había comprado. Allí lo matan mediante sofocación, le taparon la boca y lo ataron de pies y manos. El homicidio fue el medio para sustraerle todo el dinero, la mota y el celular.
El cuerpo del hombre quedó en una de las habitaciones de la casa de Díaz. Finalmente, el 31 de diciembre la chica y otro joven que está prófugo fueron al lugar, prendieron una garrafa e incendiaron el lugar.
Tras establecer que Díaz se había escapado hacia la costa atlántica, el fiscal de Ezeiza ordenó un allanamiento en una casa ubicada de la localidad de Las Toninas, donde los policías locales capturaron a la joven.