Una mujer de 51 años fue condenada este lunes a prisión perpetua por el crimen de un cartonero asesinado luego de que el joven defendió a su sobrino, que era golpeado por otro joven, en un hecho ocurrido el 26 de octubre de 2019 en Fiorito.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Lomas de Zamora y recayó sobre María Magdalena Gómez (51), quien por unanimidad fue hallada culpable de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” contra José Ignacio Molina, de 29 años.
El tribunal integrado por Mariel Elizabeth Alegre, Fernando Ariel Bueno y Nicolás Miguel Plo avaló con este fallo el pedido realizado por el fiscal Andrés Santos Procopio.
De acuerdo a la investigación, María Magdalena Gómez fue la autora del ataque que terminó con la vida de José -quien trabajaba en una cooperativa de reciclado de Lomas de Zamora-, junto a sus hijos Ezequiel y Miguel Molina, quienes permanecen prófugos.
El hecho ocurrió el 26 de octubre de 2019. Ese día se originó una pelea, alrededor de las 14, entre dos menores y José Molina intervino para defender a su sobrino. A raíz de ese problema en la cual había intervenido Ezequiel Molina, cerca de las 19, los agresores volvieron por venganza. Según la reconstrucción del fiscal, María Magdalena Gómez aparece por la calle Campana, acompañada por otras mujeres, mientras que Ezequiel y Miguel Molina lo hacen con otro grupo por la calle Roberto Arlt.
Ambos grupos se dirigen hacia el domicilio donde se encontraba José, que estaba sentado en la vereda de la calle Campana al 900, en Fiorito. En ese contexto, Miguel Molina, con un fierro le da un golpe en el cráneo a la víctima y lo deja tirado en el piso. Posteriormente, la ahora condenada y Ezequiel Molina comienzan a pegarle en distintas partes del cuerpo.
En esas circunstancias, los hermanos de la víctima intentan ayudarlo pero también reciben golpes.
Tras la brutal golpiza, intervino la policía y José fue trasladado por su familia a la Unidad de Pronta Atención (UPA) 24 para luego llevarlo al Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora donde murió a raíz de los golpes recibidos.