La iniciativa, impulsada por las universidades de Lanús, de la República de Uruguay y la UCES, se enfoca en la responsabilidad en la formación ética de los investigadores y reflexiona sobre cómo las Universidades se interrelacionan con el afuera, con otras instituciones de investigación y otros actores vinculados con el desarrollo científico y la innovación tecnológica. “Proponer un modelo ético alternativo a una ética de la investigación hegemónica y heredada, vinculada a un modelo importado de los Estados Unidos, estándar y universalizante” explicaron sus responsables.
Se realizó un acto en el que se dio nacimiento a la Red Universitaria Ética en Ciencia y Tecnología (RECyT), en el Aula Magna Bicentenario de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa). Durante la jornada se trabajaron principalmente dos ejes en los paneles vinculados con los objetivos de la Red. Uno, relacionado con la responsabilidad de la Universidad en la formación ética de sus investigadores y el otro, tendiente a reflexionar sobre cómo las instituciones acdémicas se interrelacionan con el afuera, con otras instituciones de investigación y otros actores sociales vinculados con el desarrollo científico y la innovación tecnológica.
La RECyT es una iniciativa que surgió de la UNLa, de la Universidad de la República del Uruguay y de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).
Silvia Rivera, especialista en Bioética y promotora de la Red junto con las autoridades del Departamento de Humanidades y Artes, en sus palabras inaugurales expresó: “Este es el inicio de un recorrido que empezamos a transitar en marzo de 2014 y que aunó los esfuerzos de tres universidades que nos encontramos con la necesidad de proponer un modelo ético alternativo a una ética de la investigación hegemónica y heredada, vinculada a un modelo importado de los estados unidos, estándar y universalizante. Creo que hoy tenemos la maravillosa oportunidad de empezar a construir una ética de la investigación alternativa, arraigada y con compromisos locales, regionales, que sea participativa y democratizante”.
Del primer panel participaron el Nerio Neirotti, Vicerrector de la UNLa; Hugo Rodríguez Almada, director de la Unidad Académica de Bioética de la Universidad de la República del Uruguay y José Fliguer, vicerrector de Evaluación de la UCES.
Neirotti, que dio inicio al panel, consideró que cuando desde las universidades se proponen investigar, es necesario que retomen el camino de Oscar Varsavsky y de Enrique Dussel, quién en la “Ética de la Liberación” alertó acerca de la necesidad de no desconocer que vivimos en una sociedad desigual. “El investigador debe estar atento a la de construcción de las estructuras, normas e instituciones que naturalicen la desigualdad. Debe ser una persona que contribuya a una nueva construcción simétrica. Esto debe estar vinculado también a una investigación situada, vinculada a las problemáticas nacionales y regionales, respetando al medioambiente y los derechos humanos”.
Y al finalizar concluyó: “No podríamos hablar de una ética que no se preguntara como estamos contribuyendo al buen vivir, y si no reflexionara como estamos contribuyendo a la consolidación de este proyecto nacional y regional”.
Las jornadas continuaron su desarrollo durante la tarde. Estuvieron presentes, el director del Departamento de Humanidades y Artes, Daniel Bozzani quién coordinó el primer panel, estudiantes de la Especialización y la Maestría en Metodología de Investigación Científica y del Doctorado en Filosofía y actores vinculados con la investigación y la innovación tecnológica de la UNLa y otras instituciones.