Lo afirmó Juan Carlos Donsante, presidente del Colegio de Martilleros Públicos de Lomas de Zamora. Tras la devaluación, los precios han buscado un reacomodamiento y se han estabilizado. Si bien en el mercado no se alcanzaron los niveles de años anteriores, los números son buenos”, analizó.
Más allá de algunos problemas coyunturales, los operadores inmobiliarios del sur del Gran Buenos Aires estiman que la actividad del sector tendrá un segundo semestre del año favorable, profundizando la tendencia de la primera parte de este 2014, una vez superados los efectos de la devaluación.
“Más allá de la situación económica y las vísperas de un año electoral, nos queda un semestre bueno por delante, que va a ser superador a la primera mitad” sostuvo el presidente del Colegio de Martilleros Públicos de Lomas de Zamora (CMPLZ), Juan Carlos Donsanto.
Y a la hora de brindar argumentos, apunto: “Hay razones económicas fuera del mercado que van a incidir. Si bien la puja electoral hace que algunas cosas se desvirtúen, el arreglo con el Club de París va a generar posibilidades de crédito. Además el cerrar el acuerdo con Repsol por YPF es muy importante. Las empresas de energía son sustanciales para el desarrollo. Van a ingresar capitales y se van a reducir los costos gracias a esa medida”.
Ante ese panorama, los empresarios inmobiliarios procuran cerrar el año con resultados favorables, que ya han comenzado a notarse en el primer semestre.
“La situación en líneas generales es buena. Tras la devaluación, los precios han buscado un reacomodamiento y se han estabilizado. Si bien en el mercado no se alcanzaron los niveles de años anteriores, los números son buenos”, afirmó el titular del Colegio de Martilleros.
En tanto que remarcó la importancia de tomar en cuenta “muchas variables que exceden lo económico” de cara al futuro, como “el déficit de viviendas que ronda las 4 millones de familias”, una necesidad que motoriza la industria.
No obstante, aseguró que, con el escenario actual, las líneas de crédito “van a aparecer” y “la gente va a poder acceder a la compra de viviendas”.
Con las proyecciones esperadas y centros urbanos casi colapsados, los emprendimientos inmobiliarios comenzaron a expandirse hacia espacios residenciales, donde ya no resulta extraña la edificación de nuevas propiedades en continuado.
Así, Temperley, y lugares de Lomas y Lanús más alejados, entre otros, son apuntados como flamantes nichos para el rubro.
“Las construcciones están regidas por los códigos de cada municipio, que en los últimos años fueron modificados. Ya no se puede construir en alto a gran escala y es por eso que los proyectos se expanden hacia las zonas aledañas”, señaló Donsanto.
En tanto, desterró la idea de que en las zonas residenciales existen más hechos delictivos, situación que afectaría los precios. “La inseguridad no es tan influyente como parece. A veces vivir en el centro es más peligroso”, aseveró.
Y concluyó: Tenemos un preconcepto que nos hace pensar que el centro urbano es más seguro, pero no es así. Influyen más en los precios la diferencias en los servicios y las cargas de transporte”.