Los precios de los alimentos subieron 4,5% en julio respecto del mes anterior en los barrios populares del conurbano bonaerense y una familia integrada por dos adultos y dos chicos necesitó $863.000 para no ser pobre y $389.000 para no caer bajo la línea de indigencia, según el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
En el séptimo mes del año, el rubro de frutas y verduras se mantuvo liderando los aumentos de los alimentos, con una suba del 10,4% en la comparación mensual y un acumulado de 132% desde diciembre. Le siguieron los rubros de almacén, con incrementos de 3,47% y 118%, respectivamente, y las carnes, con 2,5% y 92,5%.
“Durante los ocho meses en el Gobierno nacional los alimentos subieron 118%, con picos en frutas y verduras (acelga 400%, cebolla 300%, lechuga 333%, tomate 280%); lácteos (quesos 200%, leche 146%, manteca 172%, yogurt 175%); farináceos (harina de trigo 111%, galletitas 136%, pan 110%); arroz 117%; polenta 111%”, puntualizó el informe elaborado por el director de ISEPCI, Isaac Rudnik.
El aumento en julio de la canasta básica representó para una familia de cuatro integrantes $17.000 más que treinta días antes. Mientras que, desde la asunción del gobierno de Javier Milei, la suba fue del 112,5%. La misma familia precisó sumar a su presupuesto mensual $45.000 para no caer bajo la línea de pobreza. Desde diciembre, subió 119,49%