Según la Encuesta de Estadística y Censo, en Argentina existe un total de 1.600.000 hogares monomarentales que conforman un universo de 3 millones de niños y adolescentes. Dos de cada tres no reciben la cuota alimentaria. Este incumplimiento alcanza el 56% de mujeres que además crían y cuidan sin recibir ningún aporte económico para sus hijos.
Estos datos fueron uno de los ejes del conversatorio sobre Ïndice de Crianza, Impacto Jurisprudencial desarrollado ayer en la sede de la Unión de Magistrados de Lomas de Zamora (UMLZ) en el marco de noveno aniversario de Ni Una Menos.
El panel estuvo integrado por Sol Prieto, Marisa Herrera, Sofía Vanelli, Sabrina Cartabia y moderado por Belén Loguercio, jueza de Familia lomense.
También estuvo el titular de la UMLZ, Claudio Santagati y un nutrido público de agentes de la justicia, jueces, fiscales, abogados y la organización social Somos Madres Protectoras.
En la exposición se brindaron informes sobre los índices de incumplimiento de Cuota Alimentaria y las acciones judiciales.
“Si dos de cada tres no perciben la cuota alimentaria, entonces hablando que en Argentina hay dos millones de niños y adolescentes que viven en un millón de hogares que no cuentan con los alimentos. Esto tiene efectos sociales sobre el endeudamiento de los hogares porque muchas mujeres tienen que recurrir al financiamiento para llegar a fin de mes. Esto es endeudarse en su mayoría para pagar deudas”, dijo Prieto.
El índice de crianza es el costo de cuidados. En Argentina las mujeres destinan un promedio de 6 horas y media para las tareas domésticas y cuidados por día. Y esto varía según la cantidad de niños que haya en el hogar. “El trabajo no pago” es precisamente lo que se trató en la jornada.
Por su parte, Herrera expuso sobre los resortes legales ajustados al Código Civil y Procesal y las leyes y convenios internacionales que sustentan los derechos de los niños y adolescentes.
“Ya sabemos que la cuota alimentaria tiene que ver con los bienes y servicios pero acá estamos hablando de cuidados y cuando se trata de discapacitados el tema es mucho más complejo porque no podemos aplicar el mismo índice de base porque acá hay una doble vulnerabilidad” señaló.
“El reclamo de alimentos de una persona privada de la libertad por abusar de su hija no es un reclamo común porque hay una vulnerabilidad de base, una violencia de género extrema. Y hay que ver ahí que la respuesta frente al reclamo no puede ser la misma porque partís de una vulnerabilidad”, destacó Herrera
Cabe destacar que la jueza Loguercio, fue la autora del primer fallo judicial en la provincia de Buenos Aires que aplicó el Índice de Crianza en un caso por falta de cuota alimentaria. “Fíjese cuota alimentaria provisoria, en el equivalente al 50% de la CANASTA DE CRIANZA fijada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para la franja etaria de 6 a 12 años”, expresó en esa resolución.
La actividad se enmarca en un conjunto de iniciativas que viene desarrollando la Unión de Magistrados de Lomas para difusión de distintas problemáticas vinculadas al Derecho.
Por Mónica Galván