La referente dela Madres contra el Paco, Isabel Vázquez, comentó que en su visita al Vaticano, Francisco le afirmó que continúa al tanto de los problemas de adicción, violencia institucional y narcotráfico en la Argentina y que trabaja “para aportar a una solución”.
Por Manuel Rodriguez.
“Le hablamos sobre la complicidad de la policía y de la justicia y dijo que está al tanto de muchas cosas y que está trabajando para aportar a una solución, eso nos tranquiliza. Esta visita nos fortalece más y nos entusiasma para seguir adelante”, sostuvo en diálogo con Aire Nativo, que es emitido por Radio Ele, FM 93.30.
Asimismo, la lomense Vázquez aseguró que el líder de la iglesia católica les pidió que estén “junto al padre (Juan Carlos) Molina”, titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), otro de los invitados al Vaticano la pasada semana por el pontífice junto a 19 adictos recuperados de distintas partes del país.
“El padre Molina es una gran persona, que se preocupa por todos los pibes y hasta le explicó al Papa la historia de cada uno de los pibes. Molina dijo que no sigamos criminalizando a los pibes, porque la criminalización deja a los pibes sin futuro”, apuntó.
La referente de Madres contra el Paco – que tiene un importante trabajo social en Villa Lamadrid, en Lomas – contó su experiencia junto al exarzobispo de Buenos Aires y remarcó la importancia de que una figura tan influyente marque posición al respecto del apoyo a los adictos en proceso de reinserción.
“No hay oportunidad para esos chicos porque quedan marcados, por eso peleamos las madres, pelea Molina y pelea éste gobierno. Creo que si cada uno aportara su granito de arena y ayudáramos a los pibes se terminaría la inseguridad de la que tanto se habla”, señaló.
Además, Vázquez consideró que “valió la pena todo el sacrificio que se hizo desde las Madres contra el Paco” y mostró su felicidad por el reconocimiento del Papa.
“El tuvo un gesto muy bueno en invitarnos y que los chicos puedan ver todo eso y hablar con él. Fuimos privilegiados. Estuvimos cerca del él y entramos en lugares donde nadie entra. Fue una atención única. Estoy feliz por los pibes, que son la semilla para continuar por el camino de la palabra y el ayudar al otro”, concluyó.