El dengue, una enfermedad viral transmitida principalmente por el mosquito Aedes aegypti, encendió las alarmas en los hospitales y se vuelve una seria preocupación para el servicio de salud público y privado que ve las guardias sobrepasadas de enfermos. Asimismo, la prevención continúa como la mejor herramienta para combatir la enfermedad.
El mosquito que genera la amenaza, tanto en nuestro país como en todo el mundo, a pesar de su modesta apariencia, con manchas blancas en las patas, tiene el potencial de propagar el virus después de alimentarse de la sangre de una persona infectada. En este artículo todo lo que hay que saber para accionar a tiempo y en caso de contagiarse no tener mayores consecuencias.
Transmisión y características del dengue
El mosquito Aedes aegypti, activo durante el día, es el principal vector de transmisión del dengue. Este mosquito encuentra su hábitat en agua limpia pero estancada, lo que significa que se cría comúnmente en recipientes domésticos como tanques de agua, floreros y neumáticos viejos.
Aunque su rango de vuelo típicamente no supera los 150 metros, puede ingresar a vehículos u otros medios de transporte, facilitando su dispersión y aumentando el rango de contagios.
Síntomas y cuándo buscar atención médica
Los síntomas del dengue suelen aparecer entre 3 y 15 días después de la picadura de un mosquito infectado. Los signos más comunes incluyen fiebre alta (de 38°C o más), dolor de cabeza, dolor en los ojos, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, cansancio extremo y erupción cutánea.
En casos más graves, el dengue puede provocar hemorragias nasales y de encías, sangrado en el tracto gastrointestinal, choque y, en algunos casos extremos, incluso la muerte. Por lo tanto, es crucial buscar atención médica inmediata si se experimentan síntomas severos o si se sospecha de una infección por dengue.
Prevención y control
Dado que no existe una vacuna específica para prevenir el dengue, la prevención se centra en la eliminación de los criaderos de mosquitos y en la protección personal contra las picaduras. Esto incluye vaciar recipientes de agua estancada, utilizar repelente de insectos, vestir ropa que cubra la mayor parte del cuerpo y usar mosquiteros en las ventanas y puertas.
El dengue despertó una preocupación de salud pública, especialmente en regiones donde el mosquito transmisor está presente. La conciencia pública, la prevención y la atención médica oportuna son fundamentales para combatir esta enfermedad y minimizar su impacto en la población, pero sobre todo la limpieza en los lugares de desperdicio y el uso de los repelentes.