Con el último aumento en las tarifas del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), surge la inquietud sobre cómo este cambio impacta el saldo negativo permitido en la Tarjeta SUBE, un aspecto crucial para la movilidad de miles de usuarios.
Este aumento, anunciado por la Secretaría de Transporte de la Nación, no solo modifica los costos directos de los viajes en colectivo y tren, sino que también ajusta las políticas de saldo negativo, que le permite a los usuarios continuar viajando aún cuando sus tarjetas se encuentren sin crédito.
Las nuevas tarifas para transporte público en el AMBA
El nuevo cuadro tarifario para el transporte público en el AMBA introduce un boleto mínimo de colectivo de $270 para distancias de 0 a 3 kilómetros, marcando un incremento significativo respecto a tarifas anteriores. Este ajuste tarifario se extiende a diversas distancias, llegando a costar $370,18 para recorridos superiores a los 27 kilómetros. Por otro lado, el boleto de tren ahora inicia en $130 para la sección básica, con un esquema que se ajusta progresivamente hasta los $208 en su tercera sección. Estas modificaciones vienen acompañadas de una tarifa social, proporcionando un alivio parcial a los sectores más vulnerables.
Colectivos
De 0 a 3 km: $270 (tarifa social: $121,50)
De 3 a 6 km: $300,78 (tarifa social: $135,35)
De 6 a 12 km: $323,95 (tarifa social: $145,78)
De 12 a 27 km: $347,15 (tarifa social: $156,22)
Más de 27 km: $370,18 (tarifa social: $166,58)
Trenes
Sección con tarjeta SUBE: $130 (tarifa social: $58,50)
Segunda sección: $169 (tarifa social: $76,05)
Tercera sección: $208 (tarifa social: $93,60)
¿Cuál es el saldo negativo actual de la SUBE?
El saldo negativo equivale a cuatro viajes mínimos.
El saldo negativo de la Tarjeta SUBE, una característica valorada por los usuarios para asegurar su movilidad aún sin saldo suficiente, se ha actualizado a $1.080. Este valor responde al costo de cuatro boletos mínimos de colectivo, permitiendo a los usuarios contar con un margen de emergencia para sus desplazamientos. Este ajuste automático en el saldo negativo garantiza que, a pesar del aumento en las tarifas, los ciudadanos puedan seguir accediendo al transporte público en situaciones donde recargar la tarjeta no sea una opción inmediata.
El cálculo del saldo negativo es una operación automática que refleja la política de accesibilidad del sistema de transporte. Al basarse en el costo de cuatro boletos mínimos, este mecanismo se ajusta dinámicamente con cada modificación tarifaria, asegurando que el valor del saldo negativo mantenga su relevancia y utilidad práctica para los usuarios del transporte público