Tras la ruptura del bloque de la UCR en el Concejo lomense, el concejal y titular del partido a nivel local, Alejandro Trotta, explicitó los motivos que conllevaron al quiebre del espacio en el recinto.»El radicalismo no puede tener una posición lábil, tiene que marcar distancia del oficialismo y de La Libertad Avanza«, planteó.
Aunque las diferencias entre ambos dirigentes eran notorias desde hace un tiempo, la falta de actividad en el recinto local ayudó a dejar en stand by la ruptura del bloque, hasta la sesión del último miércoles. En diálogo con DiarioConurbano.com.ar, Trotta reclamó que «el partido debe demostrar un posicionamiento claro» y cuestionó en ese sentido el acompañamiento «no justificado» a varios expedientes presentados por el oficialismo, por parte de su correligionaria y excompañera de bancada, Fanny Vera, como uno de los principales factores que llevaron a la división del espacio.
«Hay que decirle a la sociedad cuál creemos que es el mejor camino para solucionar los problemas. Nosotros no queremos estar en la grieta, queremos plantear cada tema, no queremos quedar pegados al Gobierno local, provincial ni nacional», subrayó.
Acerca de las críticas vertidas por parte de un sector del radicalismo, el titular del comité hizo caso omiso y cuestionó la «poca creatividad» de parte de algunos sectores del espacio político. «Quiero que el partido crezca, tenemos que convencernos que podemos y que tenemos que ser mejores», sostuvo.
Cabe mencionar que la escisión del bloque oficializada en la última sesión del Concejo lomense, se produce a las puertas de una renovación de autoridades partidarias, hecho que plantea un escenario complejo para el titular del espacio centenario, si decide apostar por su renovación al frente del radicalismo lomense.
«El escenario no es el querido, pero si fui claro y absolutamente honesto con las cosas que creía, y es el criterio que trato de extender a cada uno de los afiliados», señaló Trotta, quien no confirmó si irá en búsqueda de la reelección al frente del comité local.
«Mi intención es que el radicalismo se convierta en una buena alternativa para el 2027, y eso significa tener que cambiar muchas cosas. El partido ha dejado de lado tener como proyecto llegar al Gobierno municipal y yo creo que sí se puede, hay que generar la convicción y no mirarse solamente el ombligo», concluyó.