Con la partida de varios de los referentes distritales del espacio creado por Néstor Grindetti y Diego Kravetz para incorporar una vertiente justicialista a la ya extinta coalición de Juntos por el Cambio, se presentan varios interrogantes por el presente y sobre todo el futuro del denominado «peronismo PRO«.
Justamente, Hacemos era un espacio que pretendía fortalecer y extender el poder de figuras como Néstor Grindetti y Diego Kravetz. Esto se desvaneció tras los resultados de las elecciones de octubre pasado.
La irrupción de Javier Milei con su armado libertario en la escena política, y su llegada al balotaje frente a Sergio Massa, no sólo fue una sorpresa en términos electorales, sino que resultó en un verdadero «parteaguas» para varios los espacios opositores, especialmente para Juntos por el Cambio, que vio atomizarse su musculatura política en la disgregación de varios dirigentes que rechazaron, en ese momento, brindarle el apoyo al líder de La Libertad Avanza.
Tras la caída de Néstor Grindetti en el camino a la Gobernación, varios fueron los dirigentes de Hacemos que quedaron «huérfanos», y se rehusaron a respaldar al libertario en su camino a la rosada, y optaron por dar un paso al costado que quedó plasmado, en aquella solicitada de noviembre firmada por varios dirigentes de JxC, como Orlando Machado, Mariano San Pedro, Juan Bernasconi, entre otros, en donde brindaban su apoyo al entonces candidato y ministro de Economía, Sergio Massa.
Ante este escenario, la suerte para el armado de Grindetti, parecería estar echada. Sin embargo, fuentes partidarias consultadas por DiarioConurbano.com.ar prefirieron hablar de una «reorganización» del espacio, (más que de una disolución), que terminará de ser absorbido por el PRO, con el fin de lograr una «depuración» y quedarse con dirigentes amarillos de «pura cepa«.
En este punto, el escenario político planteado amerita una fuerte dosis de pragmatismo para garantizar la supervivencia del espacio: con el PRO a punto de cerrar un acuerdo legislativo con La Libertad Avanza, poco o nulo es el lugar dentro de las filas para indecisos o para dirigentes peronistas que no adhieren a la figura del libertario.
De concretarse la pretendida alianza entre libertarios y el PRO, desde las propias huestes grindettistas no ven con malos ojos, inclusive de cara al 2025, la posibilidad de formar un interbloque en el pago chico con La Libertad Avanza, aunque claro está que de materializarse el acuerdo, son altas las posibilidades de fuga de algunos dirigentes históricos del espacio que desde la dura derrota de Juntos en octubre, han decidido reducir el nivel de exposición pública.
Al borde de toda ecuación realizada por el PRO queda el centenario partido radical, que desde el propio grindettismo miran con cierto dejo de desprecio por su «indecisión» en la polarizada discusión política, y que sostienen (producto de ella), terminará por acompañar al peronismo.