En otro pasaje de su discurso, el Presidente incurrió en uno de sus habituales derrapes con connotaciones sexuales. Estaba hablando del libro Teoría del valor, de Gerard Debreu, cuando dijo a su auditorio: «Les puedo asegurar que la disfruté más que mi primer Playboy«.
También se refirió a «la agenda asesina del aborto». El jefe de Estado estaba explicando la «ley de hierro de los salarios» que sostenía que «en la medida que el ingreso per cápita crecía, la pasión de los sexos guiaba a la gente a tener más hijos, y como tenía más hijos y la productividad marginal era decreciente, eso encontraba un equilibrio».
«Y si la población se extendía más allá de ese lugar, entonces los salarios reales se destruían y la gente se moría de hambre. ¿Y cómo se le ocurrió a (el economista británico Thomas) Malthus corregir esto? Con control de natalidad, cuya versión moderna son los aborteros», señaló Milei, lo que despertó silbidos y abucheos en las gradas.
«Los que se creen tan avanzados con la agenda del aborto… Es una agenda que tiene más de tres mil años, y es una agenda absolutamente asesina por un par de salames que hicieron mal las cuentas. Pero el señor Milei es un negacionista de la ciencia», agregó.