El presidente Javier Milei pidió hoy al Congreso la aprobación del DNU de desregulación económica y la ley ómnibus, al advertir que «el déficit cero no es negociable» y que, si no se avanza con esa última norma, «el ajuste que habrá que hacer será mayor».
«Cuanto mayores dilaciones y tonterías se hagan desde la política, el mercado te pasa la factura», dijo Milei en diálogo con Radio Mitre, y añadió que el Gobierno «entiende» que «el origen de todos los males es el Estado y los políticos generando déficit fiscal».
El mandatario consideró además un «logro enorme» que el índice de inflación de diciembre último haya sido de 25% y lo atribuyó a un «plan de estabilización hiperortodoxo» que consiste, dijo, en «un fuerte ajuste fiscal para que no haya más necesidad de emisión para financiar al fisco, un proceso de saneamiento del Banco Central, que está en curso, y un sinceramiento en el mercado de cambios».
Así dijo sentirse «satisfecho» por los «logros» de su primer mes de Gobierno y recordó que su gestión «recibió un país al borde del estallido».
También sostuvo que el DNU de desregulación económica es «revolucionario» porque «es la primera vez que un DNU devuelve libertades individuales, hace que las estructuras del mercado sean más competitivas y termina con los negocios turbios de la política», y dijo que ese último punto genera «tanta queja» de algunos sectores políticos que «ocultan» así «la defensa de un privilegio que están perdiendo».
También señaló que con la ley ómnibus «se hizo mucho más que en muchísimos años de lo que lleva esta democracia, y todo en favor de las ideas de la libertad y el bienestar individual».
Al respecto, Milei alertó que «si la ley no avanza, el déficit cero no es negociable» porque «entendemos que el problema es el Estado y los políticos generando déficit fiscal».
«Si nos encontramos en un contexto más adverso, ya sea porque tiene que caer más la actividad o baja menos la tasa de interés, o tuviéramos un menor acceso a los mercados de capitales, eso haría que la economía tuviera menos recursos y, por ende, como no se negocia el déficit cero, el ajuste que habría que hacer es mayor», graficó el mandatario.
Al respecto, el Presidente advirtió que en el Congreso «o se ponen los pantalones largo para que los argentinos estén mejor o el mercado nos pasa la factura», dijo y señaló que la responsabilidad es del Congreso para «hacer las cosas bien o dedicarse a hacer ‘fulbito’ para la tribuna mientras que le arruinan la vida a los argentinos como han hecho durante los últimos 40 años».
Milei anticipó que el país seguirá «padeciendo alta inflación durante unos meses» pero aseguró que si el plan se mantiene «en esta senda de la austeridad, el emprolijamiento y el saneamiento del Banco Central», su gestión logrará «abatir la inflación».
Y señaló que si el DNU y la ley ómnibus «estuvieran puestas en marcha», Argentina «subiría 90 puestos en el ranking de libertad económica» y «estaría en condiciones de entrar en un sendero para que, en un lapso de tiempo razonable, se parezca a países como Francia y Alemania».
El Presidente también afirmó que «la política más progresista de todas es eliminar la inflación» y lamentó que en Argentina haya «izquierdosos que lo único que quieren es generar inflación, quieren el Banco Central para generar inflación y es un oxímoron» porque, subrayó, «dicen que defienden a los pobres y quieren un instrumento que lo multiplica».
Por eso sostuvo que en la discusión política «tenemos gente que está tratando de encontrar la cuadratura del círculo, el esqueleto obeso, la meretriz virgen y el helado caliente», cuando «todas esas cosas no existen y tenemos que estar explicando que no existen».