Aunque formalmente no comenzó la campaña electoral, el oficialismo y la oposición miden fuerzas, lealtades, traiciones y estrategias en los Concejos Deliberante. Con diferentes matices esta lógica se viene dando muy abiertamente en los ámbitos legislativos de Lomas, Echeverría, Brown y Lanús.
Por Alejandro Córdoba
Mientras los tiempos de definiciones electorales se aceleran, la temperatura en los Concejos Deliberantes del sur del Conurbano comienza a elevarse. Lo que hace unos meses eran chicanas, hoy son fuertes discusiones, enmarcadas en reposicionamientos políticos de algunos dirigentes e insistentes versiones de pases de un bloque a otro. Todo indica que la tensión política irá creciendo en los ámbitos legislativos a medida que se acerque el 2015 y los temas en debate tomarán una magnitud mayor a la habitual.
Lanús parece tener un escenario muy complejo en el Deliberante. Los concejales del Frente para la Victoria vienen mostrando matices cada vez más marcados entre sí, al punto de discutir muy fuerte en algunas sesiones por proyectos que impulsa el propio bloque. Mientras Héctor Montero – alfil del Darío Díaz Pérez – hace equilibrio en la presidencia del bloque, Mabel Gagino – dirigente del Movimiento Evita – y Gabriel Sandoval – de La Cámpora – buscan tener un juego propio que los diferencia de la gastada gestión municipal, sin quedar parados como opositores. No obstante, esta empresa no parece nada simple.
Por su parte, el Frente Renovador está lejos de poder aprovechar los tironeo internos del kirchnerismo de Lanús. Dividido desde hace unos meses, el bloque massista ya no responde absolutamente a Nicolás Russo. Noelia Quindimil viene ganando terreno internamente y ha manifestado sus intenciones de jugar en las PASO del FR. Por esto, las discusiones dentro del bloque son cada vez más fuerza ya que ambos dirigentes tienen la mente puesta en 2015. No es para menos, el espacio político de Sergio Massa tuvo en Lanús una de las mejores performances electorales de la Tercera Sección Electoral en 2013.
En este marco, los tres concejales del Pro se presentan públicamente como la opción distinta. Las luchas internas del kirchnerismo y el massismo les permite, en clara minoría, cruzar duro las medidas que impulsa el intendente Díaz Pérez. La apuesta del macrismo es convertirse en 2015 una fuerza capaz de discutir de igual a igual en número con el FPV y el FR en Lanús.
La situación en Lomas de Zamora tiene una particularidad: la falta de definición de Martín Insaurralde ha generado una profunda grieta dentro del bloque. La decisión que tome el diputado nacional – su pase o no al massismo – dirá si la grita se transforma en ruptura o puede repararse. Mientras tanto, los concejales kirchneristas más alejados de Martín Insaurralde – casualmente los más jóvenes del Concejo Deliberante – vienen siguiendo muy atentamente los pasos del jefe del bloque, Sergio Oyhamburú, quien también es dirigente de la Sanidad.
Hace una semana, la presión de ese grupo de 7 concejales logró que Oyhamburú desistiera de participar del lanzamiento de la Escuela Sindical, impulsada por el rector de la UNLZ y dirigente masssista de Lomas, Diego Molea. “Si iba a ese acto y se sentaba en el panel le íbamos a pedir que se corriera de la presidencia del bloque”, confió a DiarioConurbano.com uno de los ediles que intentan marcarle la cancha al gremialista.
Por su parte, el Frente Renovador mantiene divisiones – cabe recordar que los concejales massistas arrancaron en bloques distintos y luego se unificaron – ya que el titular del bloque, Juan Carlos Véliz, y Gabriel Mércuri aspiran a ser los candidatos del Frente Renovador a intendente de Lomas, en 2015. Esto ha llevado a que en varias votaciones, los ediles opositores expusieran abiertamente puntos de vista opuestos. De esta manera, el FR no tiene capacidad – más allá de la inferioridad numérica – de capitalizar las tensiones en el Frente para la Victoria.
En el Frente UNEN, un bloque compuesto por dos concejales, han optado por extremar la postura opositora y llevar al Concejo Deliberante algunos temas “incómodos” para el oficialismo y el massismo. Uno de los ejemplos fue la implementación de las foto multas. No obstante, la inferioridad numérica le marca un límite a esta fuerza político dentro del legislativo lomense que parece infranqueable.
Como en Lomas con Insaurralde, en Almirante Brown el ritmo está marcado por los vaivanes del diputado nacional por el Frente Renovador, Darío Giustozzi. Sus idas y vueltas con la renuncia al cargo de intendente (se encuentra en uso de licencia) generó malestar en su bloque, que tiene mayoría y quórum propio en el HDC. “Este tipo no nos puede seguir usando”, se quejó un edil del massismo browniano, harto de los zigzageos quien acompañara a Sergio Massa en 2013 como segundo de la lista. El tiempo dirá si el malestar de algunos concejales del massismo genera algo más que caras largas en el bloque oficialista.
Con una incómoda minoría, el Frente para la Victoria tiene poco margen de juego dentro del Concejo Deliberante. Por eso, apuesta a la difusión pública de los temas y denuncias que más pueden preocupar al oficialismo de Brown. “Llevar los temas al Concejo es un trámite que tiene poco sentido porque el massismo lo tiene blindado”, se quejó un concejal del FPV. Justamente, en el bloque kirchnerista, hasta ahora, viene funcionando un pacto de no agresión que le permite la unión, a diferencia de lo que ocurre en otros distritos.
Esteban Echeverría tiene un Concejo Deliberante donde días atrás un concejal del FPV, Sergio Saldutto, formó un monobloque que responde al gobernador cordobés José Manuel De la Sota. La jugada, entienden en el Legislativo del distrito, es un paso previo a su desembarque en el Frente Renovador.
El oficialismo tiene disidencias y el alejamiento de un miembro del bloque no es casual. Algunos concejales reconocen, en voz baja por ahora, no coincidir con la gestión del intendente Fernando Gray. Desde la oposición saben eso e intentan imponer una agenda en temas sensibles, que son aquellos que hacen definir a los dubitativos: la seguridad, es uno de esos tópicos.
En el massismo no se presentan fisuras en el funcionamiento habitual del bloque. Sin embargo, las elecciones que se avecinan, y la intención ya manifestada de Néstor Pulichino de ser candidato a intendente por ese espacio, es probable que algún simbronazo o cruce de palabras traiga en el bloque que Sergio Massa tiene en Echeverría. Habrá que ver si los ediles massistas pueden administrar las ambiciones personas para no fracturar la oposición en Echeverría, que en las últimas PASO tuvo dos listas.
En cada distrito, con tonos propios, el proceso electoral, aunque no esté formalmente en marcha, ya tiene sus consecuencias en los Concejos Deliberantes. Es una prueba piloto. Las distintas fuerzas políticas medirán en estos espacios legislativos fuerzas, alia
nzas, traiciones y lealtades que luego se trasladaron a planos más amplios.