Insaurralde retomó el diálogo con la Casa Rosada y envió señales de permanencia en el kirchnerismo y se aleja de Massa. Además, el retorno de dirigentes massistas al FpV provocó inquietud en el Frente Renovador, no sólo por el peso de una banca en Diputados y de concejales locales sino por el clima negativo que se generó en el sector.
PANORAMA // Por Ariel Maciel
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El Frente Renovador atraviesa por estas horas una de sus peores estadías en la arena política desde su aparición como espacio opositor. Lejos de las luces que le arrojó la victoria sobre Martín Insaurralde, el presidenciable Sergio Massa redobló esfuerzos para continuar instalado en la agenda mediática ante la impronta de la alianza Macri-Carrió.
La flamante dupla electoral, que competirá en las PASO, es la antesala del ingreso al acuerdo opositor de la Unión Cívica Radical, tal como adelantó sobre dicha estrategia DiarioConurbano.com semanas atrás. Esta instancia permitirá una competencia que evite una diáspora antikirchnerista y que tenga posibilidades de ingresar a un ballotage en octubre.
Ernesto Sanz, principal impulsor de un eventual acuerdo UCR-PRO-CC, fue uno de los primeros radicales que respaldaron el entendimiento pero hizo una jugada más aventurada: invitó a Massa a integrar una fuerza única opositora aunque con la certeza de una respuesta negativa. Así, envió una señal dialoguista hacia la sociedad y puso entre las cuerdas al tigrense.
La jugada Macri-Carrió apresuró los tiempos electorales. Marzo era el tiempo de definiciones: Insaurralde anunciará su destino político; la UCR tendrá su Convención Nacional; y el kirchnerismo podría achicar su oferta de candidatos.
Para peor, el líder del FR escuchó al intendente de San Isidro y hasta hoy socio massista, Gustavo Posse, elogiar la sociedad opositora. Justo cuando se agrandan los rumores de la vuelta del ex radical al ruedo macrista, de donde migró para acompañar a Massa.
El retorno es otro dardo que dolió en el corazón del Frente Renovador. Días atrás se conoció el regreso de Mariano San Pedro al kirchnerismo, con su banca de diputado -obtenida por su integración en la lista massista- incluida. Fue de la mano de Florencio Randazzo, ministro de Interior y Transporte y precandidato presidencial K, que engrosó su presencia legislativa. Varios kirchneristas sentenciaron que su arribo a la pelea por la Gobernación garantizaría la continuidad en territorio bonaerense pero hoy es la carta que le garantiza a Cristina Kirchner con Daniel Scioli.
El efecto San Pedro, como una lluvia torrencial, afectará inevitablemente al Concejo Deliberante de Almirante Brown. Sucede que ya está acordada la llegada al bloque kirchnerista de cuatro concejales: Mario Fuentes; Marilina Russo, Jesús Beatríz Madrid; y Carlos Carvajal. Así, el FpV prometió barajar y dar de nuevo en el poder deliberativo y podría ir por la Presidencia.
Con intendente Daniel Bolettieri desgastado, la presencia del diputado nacional Darío Giustozzi se torna necesaria, si es que pretende continuar comandando su tierra nativa. Para eso, debería abandonar sus aspiraciones de gobernador o sumarse a una fórmula como vice. Pero no fue parte del escenario del lanzamiento de candidatura que Felipe Solá hizo en Mar del Plata, en donde sí estuvo Francisco De Narváez.
El ex gobernador y su viejo socio en el PRO-Peronismo de 2009 podrían convertirse en una fórmula de Massa en Buenos Aires. A medida que avanzan esas aspiraciones, fuentes del kirchnerismo dejaron entrever que el retorno de Giustozzi al FpV como dos de una fórmula provincial podría ser posible.
El que tampoco apostará a participar de una interna massista para ser gobernador es Martín Insaurralde. Resistido por distintos sectores del Frente Renovador, el intendente de Lomas de Zamora dejó claro que su pase vale caro: “Sergio quiere que vaya a las PASO con De Narváez. Yo creo que le gano pero sería desgastarme”, le confió a un dirigente cercano, según pudo reconstruir este diario.
Distintas fuentes cercanas al poder central confirmaron a DiarioConurbano.com que el Gobierno retomó el frío contacto con Insaurralde. “Dio señales de querer quedarse y lo van a respetar. Deberá, sin dudas, sufrir el rigor por las críticas que realizó puertas afuera pero la verdad es que nunca pegó el portazo”, admitió un dirigente K.
Por este motivo, sorprendió que los concejales de Proyecto Nacional, que lidera el vicegobernador Gabriel Mariotto, reprendieran el pedido de licencia de Insaurralde para vacacionar junto a su esposa Jésica Cirio. “Hoy desde el Gobierno, inclusive desde La Cámpora, nos piden evitar chocar con Martín porque todavía se puede recomponer el vínculo”, enfatizó –en estricto off the record-un concejal lomense.
Sin dudas, que el frustrado pase de Insaurralde, si se confirma su permanencia en el FpV, se convertirá en otro lastre para el massismo, que teme perder en las PASO su mote de “favorito” para enfrentar al kirchnerismo, sabiendo que sólo una fuerza opositora tendrá derecho a la segunda vuelta si es que el espacio que lidera Cristina Kirchner continúa con su poder electoral, menguado pero no debilitado por el caso Nisman.
El massismo sabe que los electores apostarán, luego de la gran encuesta de agosto, a ganador; y los votantes opositores darán su bendición a la fórmula que pueda derrotar al kirchnerismo en octubre. Mientras que el Frente para la Victoria se sentirá más cómodo, desde su mirada ideológica, con un rival antiperonista. Así, el FR teme quedar entrampado en ese péndulo electoral.