«Este no te golpea más», le dijo el niño a su mamá instantes antes de balear a su padre con un arma calibre .22 que había en un placard de la casa en la que residía también otro hijo de la pareja, de 13 años, según dijeron a Télam los voceros consultados.
Si bien inicialmente las fuentes informaron que el autor del hecho tenía 13 años, luego se determinó que quien efectuó el disparo fue su hermano de 11.
El padre, un hombre de 65 años que, según los voceros, trabajaba para el Municipio de Morón desde 1995 y cuya identidad se reserva para preservar a su hijo menor de edad, no murió en el acto, sino que llegó con vida al Hospital Güemes de Haedo, donde falleció esta mañana.
Una vecina de la familia, quien se identificó como Bonifacia, contó al canal Telefe que cuando llegó a la casa la ambulancia y los médicos dijeron que el hombre aún respiraba, el niño dijo: «Uh, ahora me tengo que matar yo».
El hecho ocurrió ayer a la tarde en una casa situada en las inmediaciones de las calles Lanús y Mburucuyá, de Morón.
Según la información suministrada por los voceros policiales y judiciales, el empleado municipal golpeó a su esposa delante de sus hijos luego de recriminarle que no había hecho las compras, tras lo cual fue a recostarse a su habitación.
En ese momento, el hijo menor de la pareja se acercó a su madre para consolarla y le dijo: «Este no te golpea más», detallaron los voceros.
Acto seguido, tomó un arma que estaba en un placard y se dirigió a la habitación de su padre, a quien baleó en la parte lateral del cráneo, cuando estaba acostado, agregaron las fuentes.
El hombre fue socorrido por su mujer, quien llamó a la policía y a una ambulancia, que trasladó al herido al hospital donde esta mañana murió.
Los peritos policiales secuestraron en la casa el arma de fuego utilizada en el ataque, un revólver Pehuen calibre .22 largo que pertenecía a un amigo de la familia y no tenía la debida documentación.
En tanto, la madre del adolescente declaró ante los investigadores policiales que su marido era muy violento, aunque nunca se había animado a denunciarlo.
Sobre el niño, las fuentes dijeron luego del episodio fue puesto bajo custodia de un asistente social del Juzgado de Familia 8 de Morón, interinamente a cargo de la jueza Laura Álvarez, quien debe resolver en las próximas horas dónde será internado y los tratamientos psicológicos específicos a seguir.
Es que, de acuerdo a los resultados de un estudio psiquiátrico al que fue sometido esta mañana por especialistas del Cuerpo Técnico Auxiliar del Ministerio Público, el niño «no puede comprender la criminalidad del acto que cometió y es peligroso para sí y para terceros», dijo a Télam un vocero con acceso a la causa.
Además, del mismo estudio surgió que el menor estaba en conflicto desde los 9 años, aunque esta situación no fue detectada a tiempo ni siquiera por las autoridades del colegio al que concurrió hasta ayer.
«Por tratarse de un menor de edad de 11 años que necesita tratamiento, pasa al fuero de familia», detalló el informante.
No obstante, en la Fiscalía de Responsabilidad Juvenil 2 de Morón, a cargo de Aldana Zingg, se instruye la causa por «homicidio agravado y tenencia ilegal de arma de uso civil», en la que el niño deberá ser declarado inimputable por su edad.
La fiscal aguardaba para las próximas horas los resultados de la autopsia al cuerpo del hombre, que en principio habría recibido el tiro en uno de los laterales del cráneo, a la altura de una oreja, sin orificio de salida, según adelantaron las fuentes.
«Era sabido que algo así iba a pasar porque el hombre era muy agresivo con la familia. La mujer siempre decía que le tenía miedo, pero no quería denunciarlo», aseguró Bonifacia, la vecina, tras relatar que «ayer salió la mujer gritando a la vereda que habían baleado en la cabeza a su marido, que su hijo le había disparado».
«Primero escuché unos gritos de chicos, pero creíamos que eran de un grupo que siempre se reúne por acá y no le dimos bolilla, habrían sido a las 10.30, 11, más o menos, y al rato escuchamos ambulancia y policía», detalló la mujer.
Sobre la relación del hombre asesinado con los vecinos, Bonifacia contó que era normal con la gente del barrio, aunque cuando estaba en la casa «se escuchaban los gritos de él cuando insultaba a la mujer».