Mientras la Justicia intenta dar con los asesinos de Estefanía Milagros Gómez, ocurrido en Llavallol, el jueves pasado, trascendieron detalles del móvil del crimen y un nombre al que todos temen: el peruano Jesús.
Estefanía Gómez fue asesinada de tres balazos en la esquina de Silva y La Porteña, en Llavallol. Allí se la solía ver por la noche vendiendo cocaína y marihuana. De hecho, los criminales solo le dispararon y no se llevaron el dinero y la droga que tenía en ese momento.
A Estefanía le decían “Punchi” hacía varios años que tenía adiciones a las drogas. “Ella era muy buena pero cuando consumía tenía un carácter difícil”, recordó una allegada a la joven en diálogo con DiarioConurbano.com.ar, que pidió reservar su identidad.
También reveló que Estefanía “vendía para el peruano Jesús y este le pagaba con droga. Se la tenía jurada porque le debía mucha plata”. La versión concuerda con los chats amenazantes que recibió la víctima pocas horas antes de su crimen.
A esto se suma, otro dato. La víctima les había dicho a algunas amigas que “gente del peruano Jesús” la quería matar. Parecía una muerte anunciada.
El inferno de las adicciones había llevado a “Punchi” a dejarle a su padre el cuidado de uno de sus dos hijos. “Ya no podía más y no quería ponerlos en riesgos”, reveló.
Este lunes, en medio de un terrible calor, los familiares y amigos de Estefanía Milagros Gómez despidieron sus restos en una casa velatoria de Llavallol. La despedida debió extenderse para aguardar la llegada de su hermano: el Servicio Penitenciario Bonaerense lo llevó a despedir los restos de “Punchi” desde una unidad penal donde está alojado.
LA SOMBRE DEL PERUANO JESÚS
Desde hace cerca de ocho años, los ataques y crímenes en Llavallol con sello narco se han vuelto cada vez más habituales. Los vecinos le apuntan a la llegada al barrio de un grupo de peruanos provenientes de la ex villa 1-11-14.
Los testimonios recogidos por este portal son contundentes: Estefanía vendía droga para el peruano Jesús y él la habría mandado a matar por una deuda.
“El peruano Jesús vive acá en el barrio. La Policía lo conoce bien pero le tiene miedo”, reveló otra allegada a “Punchi”.
La forma de trabajo de Jesús no es muy distinta a la de otros narcos: distribuye vendedores de drogas en esquinas, por la noche, y tiene, parelalemente, un grupo de “soldaditos” que los controlan.
“Tiene trabajando tres o cuatro chicas como ´Punchi´ y un par de ellas le deben plata porque son consumidores. Ella son las próximas y lo saben”, alertó la vecino. ¿Más muertes anunciadas?
Uno de los “soldaditos” del peruano Jesús es quien le avisó a Estefanía Gómez, por chat de Instagram, que había llegado su hora: “mejor cuídate ahí en la esquina que llega la noche”. Cinco horas después moría asesinada de tres balazos, dos en la espalda y uno en el pecho.
En cuanto a la territorialidad, el peruano Jesús se mueve en Llavallol norte, justo en el límite entre Lomas y Almirante Brown. “No vende en los monoblocks ni en las casitas. Hubo una pelea por eso y perdió”, dijo, enigmático, otro vecino.
Todos los consultados coinciden: piden justicia por el crimen de Estefanía pero también que se terminen los enfrentamientos por el tema de drogas en el barrio.
La investigación del crimen de “Punchi” se encuentra en la UFI 7 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Nicolás Espejo