La madre de María Luján “Marilú” Barrios aseguró que tras la confirmación de que que los restos encontrados eran de la joven de 24 años buscada desde el 4 de diciembre de 2021, ahora espera que “se encuentre al resto de los culpables”.
En diálogo con DiarioConurbano.com, la madre de la víctima, María Roldán, dijo: “Tengo que reunirme con la fiscal para informarme cómo seguimos porque yo no podía pedir nada sin la confirmación del ADN”.
Además, aseveró que ahora, “empieza una nueva lucha para buscar a los culpables porque no fue uno solo. Lo que más quiero es que ella tenga justicia”. Cabe recordar, que por el caso solo hay una persona detenida. Se trata de un remisero llamado Oscar Adrián Becerra, de 40 años, que tenía relaciones ocasionales con la joven. Entre las pruebas que hay en su contra se encuentra el hecho de que el celular de la víctima fue encontrado a pocos metros de su casa.
Ya antes del hallazgo del cuerpo, Becerra había sido imputado por los delitos de «Privación ilegal de la libertad agravada, robo, defraudación por medios digitales y homicidio criminis causa cometido en el contexto de violencia de género».
María Lujan había desaparecido en diciembre de 2021 en Esteban Echeverría y fue encontrada asesinada a orillas del Riachuelo hace dos meses. La confirmación llegó con el resultado de ADN al que se sometió la madre de la joven.
“Fue tremendo el dolor y la angustia que viví durante este tiempo y mi hija estaba tan cerca. Ahora tengo la certeza de que es ella”, expresó.
En ese sentido, puntualizó que ella “sospechaba” que se trataba de su hija. “Fue algo tan fuerte que sentí cuando fui a ese lugar donde dejaron los restos, pero faltaba el ADN que finalmente lo confirmó”.
«Marilú», como era conocida la chica, tenía cuatro hijos de 11, 10, 8, 3 años, quienes quedaron al cuidado de su abuela materna.
El hecho
De acuerdo con la investigación del caso, entre las 4 de la madrugada del 4 de diciembre y las 22 del 6 de diciembre de 2021, Becerra junto a al menos un cómplice que no había sido identificado, interceptó a la joven en Cabildo y Máximo Paz, de El Jagüel, privándola ilegalmente de su libertad en un lugar aún no determinado con exactitud dentro del mencionado partido.
Siempre de acuerdo con las pesquisas, Barrios intentó defenderse de sus agresores, lo que se reflejaría en las marcas en las manos que presentaba Becerra a ser detenido.
Luego los sujetos se apoderaron del teléfono celular de la víctima, como también de drogas que llevaba, aparentemente para su comercialización, para finalmente quitarle la vida y ocultar su cuerpo.
