Por Claudio Morell (*) Faltan apenas nueve días para las elecciones legislativas. Luego de los resultados de las PASO, el desafío que tenemos el 14 de noviembre quienes defendemos el proyecto nacional y popular que nos legó Néstor Kirchner y que ahora continuamos con Cristina Fernández, Alberto Fernández, Axel Kicillof y Martín Insaurralde es redoblar los esfuerzos militantes. Así fue siempre y así lo seguirá siendo mientras le pongamos el cuerpo y la cabeza a la vida política.
El contexto nacional actual exige al Frente de Todos combatir las especulaciones de personajes que sumieron en la pobreza a nuestro pueblo pero que todavía tienen la cara de piedra para presentar una cosa que ellos muestran como propuesta y que en realidad es vacío de ideas, de democracia, de republicanismo. Palabras que no se les caen de la boca. Como dijo Cristina, es momento de que estos muchachos y muchachas pinchen los globos y piensen qué van a hacer con el país.
Sin embargo, ellos son los culpables: el expresidente Mauricio Macri, la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, su exjefe de Gabinete Diego Santilli y demás figuras de la derecha argentina, con la complicidad de los medios hegemónicos, la estructura judicial atornillada, la dirigencia radical y los empresarios multimillonarios.
Operan con engaños, mentiras inimaginables, hipocresía, espionaje ilegal, armado de causas judiciales, persecución política a compañeros y compañeras kirchneristas y del campo popular, entre ellos, Milagro Sala y la propia Vicepresidenta.
Las del 14 de noviembre serán elecciones muy importantes porque definirán cómo quedarán conformadas las Cámaras de Diputados y de Senadores nacionales y provinciales y los concejos deliberantes de todo el país. Para Diputados, de un lado la compañera Victoria Tolosa Paz, y del otro, Diego Santilli, porteño devenido en bonaerense que acompañó durante veinte años al macrismo en la Ciudad de Buenos Aires. Santilli fue cómplice de Macri. Santilli es Macri.
En el mientras tanto de la campaña, se puede ver con claridad que hay dos modelos de país: uno con oportunidades, derechos, soberanía, trabajo, educación, salud, inclusión, justicia social, unidad latinoamericana. El otro, con ajustes, represión, destrucción de las fuentes de trabajo, deuda externa, timba financiera, fuga de capitales a paraísos fiscales, sistemas sanitario y educativo abandonados, corrupción, una deuda de 100.000 millones de dólares; en síntesis, la continuidad del proyecto económico de la última dictadura cívico militar, del menemismo con Álvaro Alsogaray, de la Alianza de Fernando de la Rúa, de ese rejunte de Cambiemos que hoy se recicla con el nombre “Juntos”.
La diferencia entre sus cuatro años de gobierno y lo que ellos pretenden ahora es la continuidad de ese proceso pero con mayor rapidez y profundidad, lo que significaría más sufrimiento para los argentinos y las argentinas y más concentración de la riqueza en poquísimas manos.
Macri y Santilli son lo mismo, son la verdadera grieta del país que empezó allá en la oscuridad de 1976. Protagonizan un modelo de hambre y miseria igual al que Néstor y Cristina, desde el 25 de mayo de 2003 hasta el 10 de diciembre de 2015, debieron afrontar y transformar en esperanza para el pueblo trabajador. En ese modelo neoliberal no entramos 45 millones de personas.
Los macristas son vendepatria. El líder mayor está procesado por numerosas causas y por muchas de ellas ya comprobadas debería estar en la cárcel. Es el responsable intelectual y material del robo más grande del siglo XXI a las arcas del Estado.
En los días que quedan hasta el 14 de noviembre, tenemos que salir a caminar cuadra por cuadra, casa por casa, convencer a cada vecino y vecina, a cada amigo y amiga, a cada familiar, para que todos y todas vayamos a votar. Llenemos las urnas de Sí a la reconstrucción de la Argentina y de No a la derecha de Macri-Santilli. Tenemos que seguir trabajando para frenar la inflación, el encarecimiento de los precios y los bajos salarios que ellos generaron, para volver a levantar las persianas de las pymes que cerraron.
En nueve días despertémonos pensando en la importancia de llenar las urnas de boletas del Frente de Todos. Si lo logramos, allí dentro estarán la oportunidad de votar leyes que garanticen y profundicen el proyecto nacional, popular, democrático, latinoamericano, feminista y ambientalista. Depositemos allí aquel sueño de la Argentina unida que nos propuso Néstor.
(*) Concejal del Frente de Todos de Lomas de Zamora.
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