Por Claudio Morell (*) El gobernador Axel Kicillof confirmó que ya hay unas 2.375.000 personas inscriptas en la Provincia para recibir la vacuna contra el Covid-19, en el marco de la campaña Buenos Aires Vacunate, la cual se profundiza día a día de forma exitosa. A pesar de todas las maniobras de desestabilización que orquesta la derecha, la confianza de la sociedad en esta campaña se mantiene en alto.
Quienes nos organizamos e integramos activamente esta cruzada somos testigos de la felicidad y la gratitud que manifiestan los ciudadanos y ciudadanas a través de las redes sociales y en la calle cuando reciben el mensaje del Ministerio de Salud bonaerense para vacunarse, a medida que van llegando nuevas dosis.
Así como el personal de la salud, los docentes y las fuerzas de seguridad son inmunizados, ahora también es el turno de nuestros adultos mayores y grupos de riesgo, y así seguiremos hasta completar el objetivo, según el orden de prioridades. Nuestro gobierno trabaja de forma incansable para que el invierno llegue con la mayor cantidad posible de argentinas y argentinos vacunados.
En ese sentido, quiero destacar el enorme trabajo que durante la pandemia vienen realizando desde la parte humana el personal de la salud, los voluntarios y voluntarias en los hospitales, los funcionarios y funcionarias que desarrollan la estrategia y la logística de la campaña para los operativos barriales en los cuales asesoramos y preinscribimos a los vecinos y vecinas.
Esto solo puede ser obra de un proyecto político que tiene como meta garantizarle a su pueblo aquellos derechos que Cambiemos le arrebató cuando degradó el Ministerio de Salud a una Secretaría, haciendo retroceder casi cincuenta años de políticas sanitarias. El gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof demostró durante este tiempo de pandemia que está muy lejos de aquella gestión que dejó que se vencieran más de dos millones de vacunas y, en consecuencia, reaparecieran enfermedades que habían sido erradicadas.
El viernes pasado, el Ministerio de Salud de la Nación sufrió un revés importante cuando se supo que el periodista Horacio Verbitsky había sido vacunado en la propia sede de la cartera sanitaria, por lo que el Presidente tomó la difícil decisión de pedirle la renuncia a Ginés González García. Sin embargo, el hecho no se puede comparar con la actitud miserable y desvergonzada de aquellos referentes políticos y periodistas que se rasgan las vestiduras por lo ocurrido ahora pero que nunca denunciaron la corrupción de Mauricio Macri en la Nación y de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires en materia sanitaria.
Lo cierto es que Ginés fue uno de los mejores médicos sanitaristas y uno de los mejores ministros de Salud de la Argentina. Creó el Plan Remediar, por el cual millones de personas accedieron de forma gratuita a los medicamentos; se enfrentó a las mafias históricas de los laboratorios, hasta conseguir la Ley de Genéricos; reforzó la Atención Primaria de la Salud; impulsó un plan de educación en salud sexual y reproductiva que incluyó, entre otras cosas, la distribución sin costo de preservativos y anticonceptivos; tuvo una postura decisiva a favor de la legalización del aborto; se puso al hombro los programas para pacientes con diabetes y HIV, la prevención del cáncer génito-mamario, las enfermedades de transmisión sexual, entre muchas otras gestiones y negociaciones. La batalla que dio en este tiempo para prevenir y combatir la pandemia de Covid-19 nos hace preguntarnos cuán diferentes hubieran sido las cosas si quien debiera hacerse cargo de este momento histórico fuera Cambiemos.
Gracias, Ginés, por todo lo que hiciste por el sistema sanitario argentino.
Gracias, Alberto Fernández, Cristina Fernández y Axel Kicillof, por toda la pelea que libran a diario para erradicar la pandemia del coronavirus y enfrentar la actitud de los vendepatria de la derecha opositora, que hoy quieren dar clases de moral sin que se les caiga la cara de vergüenza.
A la pandemia la ganamos entre todos y todas. Seguimos llevando la solidaridad como bandera y sembrando esperanza.
(Referente de Unidos y Organizados Provincia de Buenos Aires)
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