Un testigo que declaró en el juicio oral por el crimen de un comerciante y su hijo, ocurrido en el barrio San José en 2014, afirmó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora, que el acusado lo acompañó a trasladar a un paciente del hospital y luego volvieron a su lugar de trabajo, en el momento en que ocurrieron los asesinatos. La estrategia de la defensa está fundamentada en comprobar que cuando ocurrió el doble asesinato el joven acusado estaba trabajando en el Hospital Oñativia.
En Lomas de Zamora, el juicio que se le sigue a Nicolás Andrés Rodríguez Ramos, acusado de asesinar a Chuping Huang de 50 años y Fenping Huang de 22 años, el 26 de mayo de 2014, con la declaración de más testigos.
Primero fue el turno de Víctor Roldan, el chofer de la ambulancia al que habría acompañado el imputado a trasladar un paciente del hospital Arturo Oñativia, que fue dado de alta por cirugía, el día que sucedió el hecho.
Roldán contó que trabaja en el nosocomio de Rafael Calzada desde el año 1990 y, conoce a Hugo, padre del imputado, quien también es empleado de ese centro de salud.
“Un paciente que estaba acompañado por su esposa recibió el alta y pregunté si había alguien en el domicilio para recibirlos, ya que eran gente mayor y, la mujer me dijo que no. Entonces pido ayuda para movilizar al paciente. Me acompañó Nicolás (Rodríguez). Lo dejamos al hombre en su dormitorio y nos fuimos. En el camino compramos unas tortillas para el mate y volvimos al hospital”, relató Roldán.
Asimismo, explicó que “no quedó asentado el ingreso al hospital”. “Yo no lo hice asentar, porque nos vieron que llegamos y después nos pusimos a tomar mate. Siempre se deja asentado la salida de la ambulancia y el kilometraje de ida y de vuelta que realiza el vehículo, por tema de gastos, pero nada más”, aseguró.
Luego de un pequeño cuarto intermedio, la defensa pidió que la enfermera Analía Cami declarare por segunda vez para ahondar sobre los horarios y movimientos del personal. Cami era la encargada de redactar en el “libro de novedades” del turno tarde lo que sucedía en la guardia.
La fiscal Marcela Dimundo le exhibió el libro y la enfermera tuvo que reconocer su firma y letra, de algunas páginas del documento. La testigo reconoció su firma en algunos textos y en algunas páginas tuvo “dudas”.
Cami indicó al tribunal que a partir del 26 de mayo – el día del doble homicidio- comenzó a prestar más “atención” cada vez que tenía que redactar, porque después del hecho que involucra a su ex compañero cree que cualquier persona “inocente” puede ir preso.
Esa situación hizo que la fiscal solicitara al tribunal una pericia caligráfica con el texto de la testigo Analia Cami. Paralelamente, la representante del Ministerio Público Fiscal pidió que se agregue el libro de guardia de todo 2014 el peritajeo, con cotejo de todas las firmas.
El hecho ocurrió el 26 de mayo de 2014, alrededor de las 18.30, en un supermercado de la calle Santa Ana al 1400, en el barrio de san José, en Temperley. En ese contexto, dos sujetos se dirigen a la caja y exigen a los comerciantes la recaudación del día. El comerciante y su hijo se habrían resistido al robo y fueron atacados a balazos, por los ladrones.
Tras el ataque, los “motochorros” escaparon del lugar y las víctimas fueron trasladadas al Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, donde murieron a causa de las heridas que recibieron.