Un sacerdote de Lomas de Zamora detenido acusado de abusar sexualmente de una mujer en el interior de una parroquia declaró este lunes ante la fiscal Marcela Juan, de la UFI 16 de Lomas. Hace 10 días se había negado a había negado a habar en la indagatoria.
Fuentes judiciales informaron a DiarioConurbano.com.ar que el sacerdote Daniel Armando Martín Bustamante pidió declarar, haciendo uso de su derecho como imputado.
En su estrategia defensiva, el sacerdote – suspendido en sus funciones ya antes de la detención – aseguró que “hubo consentimiento” de parte de la víctima de los abusos. En tanto, aseguró que en ese marco había pensado en dejar de ser sacerdote.
Está imputado de “abuso sexual agravado con acceso carnal” y todo indica que en los próximos días la fiscal Marcela Juan pedirá la prisión preventiva para el sacerdote.
Lo cierto es que para los investigadores, el consentimiento de la víctima habría estado vulnerado ya que el cura era un referente para la víctima, ella se encontraba en estado de vulnerabilidad, y todo ocurrió en el lugar donde Bustamente tenía poder: la parroquia.
Bustamante se entregó hace 11 días en una comisaría de Lomas de Zamora tras enterarse que, por orden de la fiscal Marcela Juan y la Justicia de Garantías de Lomas, lo habían ido a detener a la parroquia Nuestra Señora de Fátima.
Hasta donde tiene acreditado la fiscal, la violación se produjo en el ámbito parroquial, en 2023. “Había más víctimas denunciantes pero desistieron de la acción penal”, informaron las fuentes consultadas por este portal.
Días atrás, el Obispado de Lomas había suspendido a Bustamante en el ejercicio del ministerio presbiteral, “apartándolo del oficio de administrador parroquial de Nuestra Señora de Fátima (Lomas de Zamora), como así también de toda tarea eclesiástica que le haya sido encomendada”, luego de haber sido denunciado por abuso sexual, hecho que habría ocurrido en el ámbito parroquial.
La Iglesia de Lomas de Zamora destacó que el obispo monseñor Lugones tomó la decisión “reafirmando su compromiso irrenunciable de rechazar cualquier acto que amenace la dignidad de las personas”
El 6 de febrero último, el presbítero Martín Bustamante había sido designado por el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, párroco de Nuestra Señora de Lourdes (Claypole). Al tomar conocimiento de la situación, el obispo, como máxima autoridad de la diócesis, postergó el traspaso e inicio de ministerio del sacerdote.
En este aspecto, tuvo un rol clave el colectivo Madres Protectoras Conurbano que se contactó con el Obispado y puso en conocimiento de la denuncia además de acompañar a la víctima.
Martín Bustamante fue ordenado sacerdote por monseñor Lugones el 8 de julio de 2011; además de administrador parroquial de Nuestra Señora de Fátima, era uno de los delegados de la Comisión Diocesana de Liturgia, Música y Arte Sacro.
