Raquel Gazzanego, la viuda de Edgardo Cicutin, una de las víctimas de la denominada “Masacre de Wilde”, pidió la pena de prisión perpetua para los acusados, ocho ex policías, que serán juzgados desde el 17 de octubre en los Tribunales de Lomas de Zamora.
“Esta bueno que haya llegado este momento después de casi 29 años. Estamos convencidos de que todos son responsables e integrantes de una organización delictiva dentro de la Policía de Buenos Aires y queremos que se conozca la verdad”, sostuvo Gazzanego, en diálogo con DiarioConurbano.com
Además pidió “un juicio justo” y una condena de “prisión perpetua para todos sin excepción de dónde estaban parados en el momento de los hechos”.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora dispuso que del 17 al 21 de octubre se realice la producción de pruebas ofrecidas por las partes. En tanto, en la semana del 24 al 28 de octubre será el momento de los alegatos. El juicio se desarrollará en la Sala Grande del Departamento Judicial, a partir de las 9 horas.
En el banquillo de los acusados estarán los ex policías Osvaldo Lorenzón, Eduardo Gómez, Marciano González, Roberto Mantel, Pablo Dudek, Julio Gatto, Marcelo Valenga y Marcos Rodríguez, éste último el único detenido ya que se mantuvo prófugo 20 años, hasta el 2014.
“Va a ser una día muy especial. Llamo y convoco al pueblo para que acompañe este juicio porque después de 28 años que comience ahora es un hito. Que nos acompañen para que se esclarezca este hecho y tengamos una sociedad más justa”, expresó Gazzenego.
La “Masacre de Wilde” ocurrió el 10 de enero de 1994, cuando policías de la entonces Brigada de Lanús persiguieron a los ocupantes de dos autos, presuntamente al confundirlos con un grupo de delincuentes que buscaba y los asesinaron a balazos.
Las víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros Claudio Mendoza y Enrique Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505, y el vendedor de libros Edgardo Cicutin, que se trasladaba en un Dodge 1500, conducido por Claudio Díaz, el único sobreviviente del ataque.
De acuerdo a los peritajes, ambos vehículos y las victimas recibieron unos 200 impactos de bala calibre 9 milímetros disparados con pistolas y al menos un subfusil Uzi.
