El fiscal de Lomas de Zamora Andrés Santos Procopio pidió que se condene a 18 años de prisión a un hombre acusado de matar al novio de su hermana en una vivienda de Ministro Rivadavia, en Almirante Brown, en abril de 2018. Por su parte, la defensa solicitó la absolución argumentando que el acusado actuó en legítima defensa. La sentencia se conocerá el 15 de noviembre, a las 10.30 horas.
El pedido recayó sobre Juan Eduardo Peñalba quien está siendo juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Lomas de Zamora. Peñalba, de 45 años, llegó al debate oral acusado por los delitos de “homicidio agravado por haberse cometido con arma de fuego” y “tentativa de homicidio agravado por haberse cometido con arma de fuego”, en perjuicio de Ángel Manuel Salcedo y Cintia Peñalba, el cuñado y la hermana del imputado.
Según la acusación, el hecho ocurrió el 28 de abril de 2018, cerca de las 22 horas, en circunstancias en que Ángel Manuel Salcedo, de 30 años, se encontraba con su pareja Cintia Peñalba, en el domicilio de la calle Lescano al 600, en Ministro Rivadavia, partido de Almirante Brown.
En ese contexto, se presentó en el lugar Juan Eduardo Peñalba e inició una discusión con Salcedo. En medio del intercambio de palabras Peñalba sacó un arma y efectuó tres disparos con un arma de fuego hacia la humanidad su cuñado y de su hermana. Luego escapó.
Como consecuencia, Salcedo recibió dos disparos, uno en el brazo izquierdo y el otro en el corazón, por lo que debió ser trasladado de urgencia al hospital Lucio Meléndez de Adrogué. Sin embargo, los médicos no pudieron hacer nada debido a la gravedad de la herida. Falleció poco después.
En el inicio del juicio oral y público que se realizó en la Sala II del tercer piso de los Tribunales de Lomas declaró Juan Eduardo Peñalba, quien no había hablado nunca en el marco de la causa. “Estoy arrepentido de todo lo que pasó”, sostuvo. Y agregó: “Toda la violencia vino siempre de parte de mi hermana y de Ángel… Ella lo incitaba para que me mate”.
A su vez, dijo que Salcedo lo estaba esperando esa noche y que él estaba armado porque “venía siendo amenazado”. En ese contexto, afirmó que la víctima en un determinado momento «hizo un movimiento como que iba a sacar un arma», por lo que empezó a correr y efectuó los disparos.
Minutos después, declaró por la plataforma Teams, Cintia Peñalba, la hermana del acusado, quien relató que no tenía una buena relación con su hermano. “Con Ángel estábamos viendo de mudarnos”, contó y añadió: “Ángel era el único que me protegía y me cuidaba”.
También se escucharon los testimonios de las madres y las hermanas de la víctima y del acusado, la ex pareja de Cintia, y personal policial.
LOS ALEGATOS
El fiscal Andrés Santos Procopio acusó a Juan Eduardo Peñalba por el delito de “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego” y solicitó que se lo condene a 18 años de prisión. No obstante, retiró la acusación por el segundo hecho, es decir, la “tentativa de homicidio” de Cintia Peñalba.
En su alegato, Procopio, manifestó que el acusado en su declaración se valió de la descalificación hacia a la víctima para “defenderse”, mencionando que “era violento, que vendía drogaba, que integraba la barra brava del club Independiente y que solía andar armado”.
En cuanto al relato de Cintia, el fiscal sostuvo que resultó ser “sincero” y que al momento de ser interrogada por los disparos que pudieron ser dirigidos hacia ella, la misma, refirió que “no estaba segura”, que “lo sintió cercano”, pero que fueron dirigidos «hacia otro lugar”.
De acuerdo a la reconstrucción, los hechos que desencadenaron los hechos ese 28 de abril de 2018, tuvieron origen en la rotura del vidrio del parabrisas del auto de Ángel Salcedo que habría sido roto por el hijo del acusado. A raíz de esas circunstancias, la víctima se sintió molesta y pidió la reparación del mismo.
Procopio afirmó que el acusado esa noche “traicionó” a Salcedo porque lo fue a buscar a la casa de su hermana -los hermanos Peñalba compartían el terreno-, “lo sacó engañado del lugar y lo asesinó”, dijo.
En tanto, el abogado Matías Francesconi, representante de los padres de Salcedo constituidos como particular damnificado, requirió 23 años de prisión. El letrado compartió en su totalidad el pedido de la fiscalía, pero mantuvo la acusación por los dos hechos con los que Peñalba llegó al banquillo de los acusados.
En tanto, los defensores particulares Walter Weisswein y Luis Ángel Galeano argumentaron que se trató de una legítima defensa y requirieron la absolución de Peñalba por el homicidio. También pidieron la absolución por la tentativa de homicidio, del cual la fiscalía desistió.
Para el caso de que los jueces no compartan la solicitud pidieron que se analice el “exceso de la legítima defensa”, considerando que el acusado “resguardó su vida y la de su familia”. Por último, manifestaron que de no prosperar ninguno de los pedidos, que la pena sea proporcional y mínima por los delitos imputados.
En el momento de réplica, el fiscal consideró que “no existió ni legítima defensa ni exceso” porque no se da ninguno de los requisitos que exige el código para ello. En cuanto a la agresión ilegitima, expresó que el agresor fue Peñalba, no Salcedo. “Peñalba se valió del engaño para decirle que iba a conversar y lograr así el ambiente propicio para dispararle”, indicó y solicitó que no se haga lugar al pedido.
ÚLTIMAS PALABRAS
El acusado, en sus “últimas palabras”, antes de que los jueces del TOC 9 den a conocer su decisión, manifestó: “Como cristiano y delante de Dios, lo que enseña la palabra de Dios es que la verdad nos va a hacer libres y la verdad la dije, me quedo tranquilo”.
