Con los testigos propuestos por la fiscalía, comenzó este martes el juicio a una mujer acusada de apuñalar a su pareja para defenderse de un ataque, en un hecho ocurrido en 2023, en la localidad de 9 de Abril, en Esteban Echeverría. El debate es llevado adelante por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora y continuará este jueves.
Fuentes judiciales informaron a DiarioConurbano.com.ar que durante la primer jornada se escucharon los testigos de la parte acusadora, que busca probar que se trató de un “homicidio agravado por el vínculo”, figura que prevé la pena de prisión perpetua.
Benita llega con prisión domiciliaria y en la primer jornada del juicio contó con la presencia de representantes de organizaciones sociales, del Ministerio de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires y de la Dirección General de Políticas de Género y Diversidad de Esteban Echeverría.
La defensa de Benita busca determinar que se trató de una legítima defensa. Este jueves 5 de junio se escucharán los testigos de la imputada y es posible que la propia Brisa brinde su testimonio.
La acusación en el juicio oral es llevada adelante por la fiscal Leila Selem.
EL SUFRIMIENTO DE BENITA
El 18 de junio de 2023, cursando el tercer mes de embarazo y en presencia de su hijo pequeño, Benita fue brutalmente atacada por su pareja, quien llegó a la vivienda en estado de ebriedad. En un acto desesperado para proteger su vida y la de sus hijos, Benita se defendió y le aplicó una puñalada con un cuchillo de cocina.
Benita trasladó a su pareja herida hasta un centro asistencial donde el hombre murió y ella quedó detenida.
Desde las organizaciones que acompañan a Benita reclaman “un juicio con perspectiva de género”, y recordaron que “había llamado algunas veces al 911 por agresiones previas de su pareja”.
Asimismo, recalcan que a una pareja anterior que tuvo Benita la Justicia le impuso una restricción perimetral por hechos de violencia de género
Las organizaciones que acompañaban a Benita – quien se encuentra con prisión domiciliaria – describieron a la mujer: “Tiene 30 años, es paraguaya, migrante y madre de tres hijos. Vive en Argentina con los dos menores, de 9 años y 1 año y medio, mientras que su hija mayor, de 13, permanece en Paraguay al cuidado de su familia materna. Es jefa de un hogar monomarental y sobreviviente de múltiples violencias que marcaron su vida desde la infancia”.
Benita creció en una zona rural guaraní, en un contexto de extrema vulnerabilidad social, con escaso acceso a la educación y atravesada por abusos y violencia intrafamiliar. A los 14 años dio a luz a su primera hija.
“Migró a Argentina hace unos 12 años junto a una expareja, padre de su segundo hijo. Durante nueve años fue víctima de violencia física y sexual. Pese a no estar alfabetizada al llegar al país y tener un manejo muy limitado del español, logró solicitar una medida perimetral y poner fin a esa relación”, detallaron.
Y agregaron: “Tiempo después, conoció al padre de su tercera hija. Esta nueva pareja también la sometió a violencia de género. Él tenía un consumo problemático de alcohol y se volvía extremadamente agresivo bajo sus efectos. La violencia se intensificó durante el embarazo, poniendo en riesgo la vida de Benita y la del bebé”.
Durante toda su vida, Benita sufrió violencia sistemática sin recibir respuestas integrales ni acceso efectivo a derechos por parte del Estado. Su historia revela la intersección de múltiples vulneraciones –género, clase, migración, pobreza, analfabetismo– que nunca fueron abordadas de manera integral por las instituciones.
Actualmente, Benita cumple arresto domiciliario y es acompañada por organizaciones sociales, ya que no cuenta con redes de contención familiar en Argentina.
“La historia de Benita podría haber terminado como tantas otras: con un femicidio. Pero ella eligió vivir. Eligió proteger a sus hijos. Por ese acto de defensa y preservación, hoy enfrenta la posibilidad de ser condenada a la pena máxima. Su caso exige una mirada con perspectiva de género y derechos humanos”, finalizaron las organizaciones sociales.