Milagros Orieta (21) fue encontrada ahorcada con una sábana el 29 de enero de 2021, en una vivienda de la localidad de Villa Caraza, partido de Lanús. A dos años y cuatro meses del hecho, un Tribunal del Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús juzgará al hombre que mantenía una relación con la chica.
La causa estuvo a cargo de María Soledad Garibaldi, titular de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género y Familiar N° 8 de Avellaneda-Lanús. Todo comenzó como un suicidio, pero se fueron sumando pruebas que orientaron la investigación hacia un femicidio. En ese contexto, Ariel Alberto Martínez (49) fue imputado por el delito de «homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género».
Un tribunal oral de Avellaneda-Lanús lo juzgará en los próximos días por ese delito que prevé la pena de prisión perpetua.
“Él (el acusado) intenta demostrar que a Milagros no la conocía, que era una chica del montón, pero estuvieron cuatro años juntos”, afirmó María Inés, la madre de Milagros, en comunicación con DiarioConurbano.com. Y agregó: “Ellos iban y venían. Nosotros tenemos prueba de que tenían una relación”.
El juicio oral y público empieza el 30 de mayo, a las 9.30 horas, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 del Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús.
El hecho
Todo comenzó el 29 de enero de 2021, en una casa del Yerbal al 3300 entre Estados Unidos e Islandia, en la localidad de Villa Caraza, partido de Lanús.
Según fuentes policiales y judiciales, Martínez llamó al número de emergencia 911. Al llegar el personal policial al lugar, el hombre relató que había encontrado muerta en la habitación de su vivienda a Milagros Orieta, una joven de 21 años, con la que mantenía una relación sentimental.
El acusado aseguró que el día anterior pasó a buscar a la joven por su trabajo y llegó a su casa a las 17. Al día siguiente, afirmó que fue para su trabajo y que al regresar a su domicilio ingresó a la habitación y encontró a Milagros arrodillada con sábanas en su cuello. Personal de Atención Médica de Emergencia (SAME) constató que la joven estaba sin vida.
Las pesquisas determinaron que no había signos de violencia en la puerta de ingreso o ventana ni tampoco había faltante de elementos de valor.