La familia de Agustín Castillo – joven detenido por “instigación al suicidio” de Valentina Cruz Cepeda, en un hecho ocurrido el 1ero de mayo último, en Burzaco – publicó el siguiente comunicado que difundió en medios y redes:
“Nos vemos en la necesidad de hablar públicamente por primera vez, con el debido respeto, en nombre de toda nuestra familia, ante la gravedad de las falsas acusaciones y el hostigamiento que hemos sufrido en las ÚLTIMAS SEMANAS.
Conocemos el dolor de una pérdida, lo vivimos también en carne propia. Por eso nunca nos manifestamos públicamente en contra de nadie. Por RESPETO. Porque también tenemos heridas invisibles.
Desde el primer momento, nuestra familia eligió el camino de la verdad y la justicia, presentándose en sede judicial, sin escraches ni publicaciones, confiando plenamente en que todo saldría a la luz. Sin embargo, el silencio fue utilizado en nuestra contra. Se nos acusó sin pruebas, se viralizaron posteos sacados de contexto, se manipuló información y se atacó mediáticamente la dignidad de una familia entera. (Se adjuntó la evidencia a la justicia)
Uno de los hechos más alarmantes ha sido la difusión de falsos testimonios, brindados por personas que no forman parte del entorno íntimo ni tienen vínculo alguno con nuestra familia. Personas que jamás compartieron espacios cotidianos, que no conocen ni la historia, ni la vida de quienes señalaron, y que, sin embargo, declararon públicamente sobre cuestiones personales y familiares sin pruebas ni conocimiento real. Eso, además de irresponsable, constituye un delito tipificado como falso testimonio. Todos los testigos que declararon en contra a partir de comentarios serán denunciados legalmente, como corresponde, y solicitaremos que sean procesados por falso testimonio, lo que es una pena que contempla el código penal. (Se adjuntarán las evidencias a la justicia)
Así mismo, la publicación del nombre, apellido y fotografía de mi hermano (AGUSTÍN CASTILLO) en redes sociales y medios de comunicación, sin NINGUNA CONDENA PENAL ni sentencia firme, constituye una grave violación a su derecho a la intimidad, a la presunción de inocencia y a la imagen personal. Esos actos no solo son éticamente repudiables, si no que configuran delitos como daño moral, hostigamiento, exposición indebida y difamación pública. Las consecuencias legales sobre quienes compartieron, difundieron, amenazaron o comentaron de forma violenta ya están siendo consideradas por la justicia. (Se adjuntaron las evidencias a la justicia)
Producto directo de este linchamiento mediático, digital, y presencial, mi hermano perdió su fuente laboral. Una consecuencia injusta y devastadora que lo afectó a él y a todo su entorno. Muchas personas inocentes han visto vulnerado su derecho al trabajo y a la dignidad, simplemente por habladurías y escraches infundados. (Se adjuntaron las evidencias a la justicia).
Queremos aclarar también que, en medio del hostigamiento, se intentó instalar la idea de que mi hermano poseía antecedentes penales, cuando en realidad no tiene ninguna causa ni antecedentes registrados oficialmente. Esta información fue verificada por la Justicia.
Sin embargo, fue tratado públicamente como un culpable, siendo en verdad una persona trabajadora, luchadora, profundamente comprometida con su familia y su entorno, que NUNCA tuvo conflictos con la ley. (Se le adjuntan las evidencias a la justicia)
El impacto alcanzó incluso a los niños de nuestra familia, quienes vieron vulnerados sus derechos más básicos: el “Derecho a la educación y al juego” y a tener su vida social normal tal cual menciona la convención sobre los Derechos del niño. Los menores, fueron hostigados injustamente, cuando los niños/niñas no tienen por qué estar al tanto de esta situación recibiendo “cartitas” y recibieron también agresión física. Tuvieron que modificar sus rutinas, dejar de jugar libremente en espacios públicos y cambiar de escuela. Todo esto, como resultado directo de la responsable de difundir masivamente los escraches. La misma persona que realizó declaraciones falsas “por amenazas” en la escuela de los niños, sin ningún sostén legal.
Lograron escarnio social masivo y exposición pública injusta propiciada por un medio de comunicación a nivel nacional: “Crónica TV”. Quienes gravemente titularon de “ASESINO” a Agustín sin tener pruebas, ni un juicio, ni una pena que lo condene. Replicando versiones sin verificar, ni consultar fuentes oficiales. Además, de que se utilizó este espacio televisivo para vincular a nuestra familia con TOTAL impunidad, haciendo referencia al apellido que llevamos. Apellido que corresponde a nuestro abuelo y que corresponde al nombre de una calle del barrio. Haciendo hincapié en que, por ser víctimas del Golpe de Estado, tenemos a mi padre, hermano y miembros de la familia violentos y nos manejamos impunemente. (Se adjuntó la evidencia correspondiente a la justicia).
No aceptamos que se use el apellido de una víctima de la Dictadura como excusa para sembrar ODIO.
No se puede permitir que por un rumor, una publicación mal intencionada o una declaración sin fundamento, DESTRUYA así la vida de una persona y de toda su familia. La ley es clara y protege a las víctimas de escraches, calumnias, injurias, exposición indebida, violencia digital y amenazas. NO VAMOS A TOLERAR MÁS VIOLENCIA.
Las amenazas que recibió mi hermano en redes sociales y mensajes anónimos, muchas de ellas provenientes de personas que ni siquiera conocemos, agravan aún más el cuadro de violencia y riesgo. No sabemos hasta dónde pueden llegar, ni de qué son capaces algunos de esos dichos cargados de odio y prejuicio. Estas situaciones nos obligan a vivir con miedo, cuidándonos y cuidando a nuestros seres queridos. Principalmente, protegiéndonos entre todos y evitando realizar salidas con los niños, y con el bebé del domicilio por el simple hecho de haber sido señalados injustamente y por el miedo a las represalias. (Se adjuntó la evidencia a la justicia)
Queremos que quede en claro: Ya se han tomado cartas legales sobre cada publicación, cada persona que compartió, difundió o comentó sin pruebas. Hay una investigación en curso. Y el daño que provocaron tendrá sus consecuencias.
Pedimos, exigimos, y merecemos RESPETO. JUSTICIA sí, pero JUSTICIA VERDADERA, con PRUEBAS REALES en tribunales y bajo los principios del debido proceso. No en redes sociales, ni en la televisión.
Gracias a quienes no se dejaron llevar por el odio. A quienes nos dieron su palabra, su abrazo y su SILENCIO.
La verdad no grita, la verdad se sostiene. Y nosotros la vamos a sostener como familia, con respeto, con pruebas, y con el corazón roto, pero en pie”.