Lo afirmó Liliana Correa, la joven asesinada por su pareja, en 2011, en El Jagüel. Los jueces condenaron al Roberto Almirón a 18 años de prisión por el homicidio pero dispusieron que continúe en libertad – sin ningún control judicial – hasta que el fallo quede firme en la Casación bonaerense. “Él nos conoce. Tenemos miedo que tome represalias o que se escape”, dijo la mujer.
La madre de Ivana Correa, la joven asesinada por su ex pareja en El Jagüel, en 2011, en El Jagüel , afirmó que está conforme con la pena de 18 años de prisión para el hombre pero se mostró “indignada” con la determinación de los jueces de Lomas de Zamora de que el condenado siga en libertad hasta que el fallo quede firme en la Casación Penal bonaerense.
“Nos indignó que, luego de estar probado que mató a mi hija, los jueces decidan que debe quedar en libertad. Ni siquiera le pusieron una tobillera para que tenga prisión domiciliaria. Nada”, se quedó Liliana Correa, la madre de Ivana.
En diálogo con DiarioConurbano.com, la muestra expresó que no sabe qué es capaz de hacer Roberto Almirón, de 53 años, condenado a 18 años de prisión por quemar y matar a Ivana Correa, de 23. Los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Lomas de Zamora dispusieron que, a pesar de la dura pena, el hombre continúe en libertad hasta que quede firme la sentencia.
“Él nos conoce. Tenemos miedo que tome represalias o que se escape”, dijo Liliana. Y consideró: “seguro que si mataban al hijo de algún juez y lo condenaban, iba preso”.
Liliana Correa afirmó que decisiones como las que tomaron los jueces en el caso de su hija “demuestran que la ley no es igual para todos”. Y consideró que Almirón “ahora le puede hacer lo mismo a otra mujer y lo van a dejar libre”.
Ahora la familia de Ivana Correa deberá esperar que el Tribunal de Casación Penal provincial deje firme el fallo de los jueces lomenses para que Almirón sea detenido y comience a cumplir la pena que se le impuso por “homicidio simple”.
Los miembros del TOC 4 de Lomas dispusieron que el condenado siga detenido porque nunca se escapó ni entorpeció la investigación judicial. No obstante, ni siquiera dispuso la prisión domiciliaria como suele ocurrir en la mayoría de los casos de este tipo.
El episodio se registró la madrugada del 23 de enero de 2011 en una casa del barrio Coca Cola, de la localidad de El Jagüel, de Esteban Echeverría, donde se generó una discusión entre Ivana y Almirón.
En el marco de esa pelea, la joven, de 23 años, terminó rociada con alcohol y quemada en la cara y el torso completo.
Almirón la envolvió en una sábana y la llevó hasta el hospital de Monte Grande, donde también él debió ser asistido por quemaduras en las manos.
Si bien el hombre declaró que fue la propia joven quien se roció con alcohol y se prendió fuego, la madre de la víctima denunció que fue él quien la atacó.
La mujer contó que su hija y Almirón tenían "relación enfermiza" y "él la tenía dominada completamente".
"Antes de que la quemara, un día fui a la casa y le pregunté por qué no iba a la peluquería y se teñía el pelo. El dijo que ella no iba a ningún lado si no era con él", recordó la madre.
De acuerdo al testimonio de algunos vecinos, la joven nunca salía de la casa y solamente a veces la veían "cabizbaja en el balcón".