Luego de la elevación a juicio por el asesinato de Juan Francisco Romero, un hombre de Longchamps que recibió un disparo por la espalda de un Policía de la Ciudad, la familia de la víctima espera que el imputado sea condenado y detenido. El hecho ocurrió el 18 de julio y si bien al principio se intentó hacer parecer como un enfrentamiento, esa hipótesis fue descartada.
En diálogo con DiarioConurbano.com, Mariela, hermana de Romero, reclamó: “Queremos que vaya preso como cualquier persona que mató a alguien, él hizo circular que mi hermano era una basura, que tenía un arma y todo eso es mentira. Pero como es policía anda por ahí como si no hubiera hecho nada”.
La familia espera que se paute una fecha para el debate oral lo antes posible y que Marcos Esteban, el oficial de la Policía de la Ciudad imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, tenga una condena acorde a la carátula.
En este sentido, Mariela advirtió que “fue un caso de gatillo fácil” y que podría “haberle disparado a cualquier vecino que pasaba”.
“Él quiso hacer creer una cosa y a mi hermano en la autopsia le dio que no tenía arma, ni pólvora, ni un cigarrillo ni siquiera”, afirmó la mujer.
En un primer momento el acusado sostuvo que Romero había disparado y que por eso él respondió el ataque. Sin embargo, la víctima recibió el disparo de espaldas, el dermotest le dio negativo y luego el policía admitió que se “confundió”.
“El tipo dijo eso pero siendo policía a él lo preparan para reducir a una persona, le hubiese pegado un tiro en otro lado si no lo quería matar”, manifestó la hermana de Romero.
Con respecto a las pruebas, Mariela comentó que ella cree que “son suficientes” y que no hay dudas sobre quién fue el autor del hecho. “La bala que quedó en el cuerpo de él era del arma del policía”, contó.
Si bien Mariela espera que el Policía sea condenado a prisión perpetua, todavía hay que esperar la convalidación del pedido a elevación a juicio y luego se sortearía el Tribunal que estará a cargo del caso.
El hecho
Según la investigación, cerca de las 5 de la madrugada, el efectivo de la Policía de la Ciudad fue a una casa que tenía en construcción ubicada en Las Heras entre Langenheim y Pte. Rafael Castillo, en Longchamps. Un vecino le había dicho que varias personas habían ingresado a robar materiales de construcción.
Al llegar al domicilio, encontró a estas personas que al darles la voz de alto, se generó un tiroteo. En Rafael Castillo, entre las calles Los Cipreses y Romanella, Esteban vio que pasaba un hombre y le disparó. Si bien el hombre pensó que era uno de los delincuentes, se trataba de Juan Francisco Romero, un hombre que nada tenía que ver con el intento de robo y que murió como consecuencia del disparo.
