Se trata de Alex Ayala, asesinado en un violento robo ocurrido en el barrio de Villa Industriales en marzo de 2012. En el primer juicio fue condenado un imputado y otro resultó absuelto. En tanto, desde este martes en los Tribunales de Lomas de Zamora comenzará a juzgador a otros dos acusados.
Tres personas serán juzgadas desde este martes por el crimen de Alex Ayala, un peluquero asesinado de un tiro en el corazón por delincuentes que lo interceptaron cuando regresaba a su casa de Lanús, en marzo de 2012, informaron fuentes judiciales.
Se trata del segundo juicio por el caso, ya que en 2013 se sometió a proceso a dos jóvenes que en el momento del homicidio eran menores de edad.
En esa oportunidad, uno fue condenado a 20 años de prisión porque se encontró la huella completa de una de sus manos en el vidrio del auto de Ayala, en tanto que el otro fue absuelto y, tras la apelación del fallo, fue condenado en segunda instancia a 23 años de cárcel.
En el segundo debate estarán el banquillo de los acusados Maximiliano "Chileno" Guzmán, quien estuvo prófugo hasta junio de 2013, y Ezequiel "el Perro" Ayuza, imputados como coautores del "homicidio criminis causae" -matar para lograr la impunidad en otro delito- de Ayala (31) en concurso real con el "robo agravado" de su vehículo.
También será enjuiciado Roy Alberto Coronel, aunque no pudo probarse que haya estado presente durante el asalto al peluquero y llega acusado como partícipe secundario del crimen.
El debate estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, cuyos integrantes fijaron la primera audiencia para las 8.15 de este martes, en el edificio tribunalicio ubicado en el cruce de Larroque y autopista Presidente Juan Domingo Perón, en Banfield.
Según dijeron los voceros consultados, el proceso se extenderá por al menos tres jornadas y contará con una lista de más de 100 testigos.
La parte acusadora estará representada por el fiscal Sebastián Escalera y por el abogado Martín Novile, que asiste a la madre de Ayala, María Esther Radiminsky.
"Yo hablé dos horas y media antes (del crimen) con él", recordó Radiminsky, y agregó: "Lo último que hablé con mi hijo fue decirle que lo amaba mucho. Estaba contento, brindamos porque se iba a comprar una casa y un mes y medio antes se había comprado el auto".
La madre del peluquero aseguró que la muerte de su hijo dejó a su familia "totalmente destrozada, con miedo y pánico para siempre" y que siente el "compromiso de pedir Justicia para que cambien las cosas" y "para que nadie tenga que pasar ese horror".
El hecho ocurrió poco después de las 22 del 13 de marzo de 2012, en una cochera de la calle Máximo Paz, entre Catamarca y Canadá, de la localidad bonaerense de Villa Industriales, en Lanús.
Ayala, quien trabajaba en una peluquería del barrio porteño de Palermo Hollywood y tenía un hijo de 7 años, llegaba a su casa de San Martín al 1500 a bordo de su auto Peugeot 207 color gris recientemente comprado y fue a guardarlo al garaje situado a unos 200 metros de distancia.
Allí fue sorprendido por cuatro delincuentes en dos motocicletas que lo amenazaron con armas para robarle.
En ese momento, dos ladrones bajaron de las motos -uno de cada una-, se acercaron al auto de Ayala antes de que pudiera descender del vehículo y uno de ellos, presuntamente "el Perro" Ayuza, le disparó un tiro que ingresó debajo de su brazo derecho, le atravesó el pecho y quedó alojado en el corazón.
Luego, uno de los asaltantes corrió hasta puerta del conductor, bajó del auto a Ayala y lo dejó tirado sobre la vereda, tras lo cual se subió al vehículo y huyó acompañado por sus cómplices en las motos.
Por otra parte, el Peugeot 207 de la víctima fue encontrado horas después del crimen en la calle Cosquín al 4900, a metros de la avenida Cruz, en proximidades del barrio Piedrabuena, en la zona de Villa Riachuelo, en la Capital Federal.
Si bien los imputados fueron detenidos a los pocos días del hecho, "el Chileno" fue liberado por falta de pruebas y aprovechó para fugarse.
Cuando los funcionarios judiciales encontraron pruebas para volver a arrestarlo, descubrieron que Guzmán estaba prófugo e incluso el Ministerio de Justicia provincial ofreció una recompensa de 100.000 pesos por su paradero, hasta que pudo ser finalmente recapturado en junio de 2013 en un almacén abandonado del barrio porteño de Villa Lugano en el que se escondía.