Comenzó el juicio por el caso de Carlos Daniel Sosa, quien recibió un balazo momentos antes de un partido de fútbol entre All Boys y Lanús en un enfrentamiento interno de la barra del Granate. El único imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por realizarse durante un espectáculo, es Claudio Horacio Lescano. La causa está a cargo del Tribunal en lo Criminal (TOC) N° 10. El hecho ocurrió en 2012.
En la primer jornada, la fiscal Marcela Dimundo estableció que el día 26 de mayo de 2012 a las 16 horas en el acceso del Club Lanús sobre la calle Guido Arias, al menos 12 personas utilizaron armas de fuego con el objetivo de matar a hinchas. Esto sucedió momentos previos al partido y al menos seis personas resultaron heridos. Dimundo afirmó que además del homicidio de Sosa, se imputa al acusado por homicidio tentado por el curso premeditado de más de dos personas.
Por su parte, Pablo Guerra, el abogado defensor, aseguró que pedirá la absolución del imputado y “en caso de que el Tribunal no lo considere, el cambio de carátula”.
Por otras muertes en este enfrentamiento en la barra Granate, un tribunal de Lomas condenó, en 2015, a prisión perpetua a ocho hinchas de Lanús.
El primer testimonio fue de Mirtha Diaz, madre de la víctima, que tenía 20 años. Díaz afirmó frente al Tribunal: “Volvía de una reunión de trabajo y a las cuatro de la tarde sonó el teléfono para decirme que mi hijo estaba en el Hospital porque le habían dado un disparo”. Además la madre de Sosa, planteó que no recuerda si su hijo fue sólo a la cancha o estaba acompañado y que él “no era hincha de Lanús”. Se estima que el conflicto se desató entre dos sectores de la barra de Lanús, pertenecientes a Villa Sapito y Monte Chingolo.
Otro testigo que se presentó fue Roberto Diego Lemos, personal policial de la Comisaría 2da de Lanús. “Estaba recorriendo a pie la zona, escuchamos entre 6 y 12 disparos y sobre Arias y Guidi vimos que había un grupo disparando”, apuntó Lemos.
Además señaló que eran dos grupos de personas, uno de ellos disparaba y se dirigía hacia Villa Sapito y otro le tiraba piedras. “Se peleaban por el liderazgo de la hinchada. Los que disparaban eran simpatizantes porque tenían la remera puesta del Club”, argumentó el Policía. Luego de ver la escena, se detuvo a cinco personas y se secuestraron varias armas de fuego con vainas.
En cuanto a la posible detención del imputado, Lemos manifestó: “Los Lescano eran conocidos de nombre pero no recuerdo si se detuvo a alguno”. Además, recordó que uno de los Lescano se lo apodaba como “Terry”.
Por último, presentó el testimonio Carlos Augusto Amaya, Sargento de Lanús en 2012. “Por radio pedían apoyo porque había disturbios en la cancha de Lanús y había una persona fallecida a raíz de un disparo”, indicó Amaya. También el testigo explicó que cuando llegaron a Madariaga observaron a tres personas corriendo “y un montón de gente corriendo detrás”. “Uno tenía algo en las manos y cuando me acerqué era un arma”, describió el Policía.