El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Avellaneda-Lanús condenó a prisión perpetua a los dos asesinos de un policía de la Ciudad, en un hecho ocurrido en Gerli, en 2021. Fue el segundo juicio por el caso. En el primero, otro sujeto había recibido la pena de 18 años de prisión.
Fuentes judiciales informaron a DiarioConurban.com.ar que Walter Verón y Ariel Escobar fueron condenados a prisión perpetua por el homicidio del policía Héctor Kuciukas.
Los jueces los hallaron culpables de los delitos de robo agravado por el empleo de arma de fuego y por haberse cometido en lugar poblado y en banda en concurso real con homicidio criminis causae”.
La pena coincidió con la pedida por la fiscal de juicio, Natalia Milione, durante los alegatos.
En el primer juicio – en la modalidad de jurados – por este asesinato fue condenado a 18 años de prisión Felipe “El Pájaro” Sosa. Lo hallaron culpable de “homicidio en ocasión de robo agravado por el empleo de arma de fuego”.
Kuciukas, efectivo de la División Conductas Delictivas y Eventos Deportivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, fue asesinado el 9 de julio de 2021 por la mañana frente a su familia por tres delincuentes que lo interceptaron cuando salía de su casa, ubicada en la localidad bonaerense de Gerli, partido de Avellaneda.
La víctima, que estaba vestida de civil, fue herida de un tiro en el pecho y murió minutos después de llegar al hospital.
Todo ocurrió en la mañana del feriado cuando Kuciukas y su familia salían de su domicilio ubicado en la calle Cangallo al 1900 a bordo de un auto Renault Logan Gris. De pronto -confirmaron fuentes policiales – fueron interceptados por un Chevrolet Corsa gris en el que se trasladaban tres delincuentes, quienes a punta de pistola quisieron sustraerle las pertenencias al oficial.
Cuando estaban por escapar, los delincuentes efectuaron varios disparos contra el vehículo de la familia Kuciukas: uno de ellos impactó en el costado izquierdo del pecho y lo hirió de gravedad.
En ese momento, un vecino salió para asistir las víctimas y llevó con su auto particular al oficial herido hasta el Hospital Perón. Un patrullero de la policía bonaerense los siguió hasta el sanatorio. Pero no hubo mucho por hacer. A pesar de los intentos de los médicos, el policía de la fuerza de seguridad porteña finalmente falleció.