El fiscal Lorenzo Latorre archivó “por falta de datos para localizar a los autores” la causa en la que se investigaba el homicidio de Adrián Ovidio Gamboa, un remisero de 41 años, asesinado en 2019 por delincuentes que habían ingresado a robar a una pollería ubicada en Recondo casi esquina Cosquín, en la localidad de Ingeniero Budge, donde la víctima colaboraba haciendo entregas de mercadería.
Fuentes judiciales informaron a DiarioConurbano.com que el fiscal Lorenzo Latorre de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Lomas de Zamora determinó el cierre de la causa por el crimen de Adrián Ovidio Gamboa, asesinado por delincuentes en agosto de 2019, al no tener datos para ubicar a los autores.
Hace unos meses, Celia Giménez, la esposa de la víctima, aseguraba en diálogo con este portal que, desde la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Lomas de Zamora, no se habían comunicado «nunca» con ella y temía que el homicidio quedara impune.
La familia de la víctima había solicitado que aquellas personas que pudieran aportar información sobre el hecho se acercara a la fiscalía para que la causa pudiera avanzar y se encuentre a los responsables.
Hacía 16 años que Gamboa trabajaba de remisero en una agencia de Ingeniero Budge. “Ovi” como lo conocían en el barrio era padre de tres hijos y muy querido por sus vecinos. La víctima también hacía repartos de mercadería para comerciantes de la zona para tener un ingreso extra. En eso estaba el 7 de agosto de 2019, alrededor de las 20.30, cuando tres ladrones armados ingresaron a robar en la granja.
A pesar de no haberse resistido, a Adrián Gamboa le pegaron un tiro en el pecho. El hombre falleció cuando era trasladado al hospital Alende de Ingeniero Budge. Los delincuentes les robaron las pertenencias a las personas que estaban en el lugar y escaparon con el dinero de la caja.
Poco tiempo después, la policía detuvo a un joven de 23 años, que luego fue liberado porque la testigo que habría presenciado el momento en el que el remisero fue asesinado no lo reconoció. Sin embargo, la familia siempre aseguró que había más personas que vieron lo que ocurrió esa noche en el comercio y que «por miedo» no se animaron a declarar.
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