A cuatro años del asesinato de Nicolás López, un joven baleado a la salida de un boliche en Lanús en 2016, la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora revocó el sobreseimiento del único imputado que había dispuesto la jueza de la causa y solicitó una nueva resolución.
En diálogo con , Silvana Vescovo, madre de Nicolás, aseveró: “A pesar de que la causa se volvió a reabrir, está todo igual y la verdad no sé qué más va a presentar la jueza. Ahora vuelve a empezar otra vez y buscaría más prueba”.
La jueza de Garantías Laura Ninni había dispuesto el cierre del caso luego de que solicitara el sobreseimiento de Maximiliano Emanuel Ortíz, el único acusado del caso. En consecuencia la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de los Tribunales de Lomas de Zamora revocó el pedido.
Ortiz estuvo prófugo tres años y el 9 de marzo del 2019 se entregó. A pesar de que el fiscal a cargo de la investigación solicitó la preventiva ya que consideró que había pruebas suficientes para acusarlo, fue liberado por la sala III de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora, con la decisión de los camaristas Martín García Díaz, Tomás Bravo y Jorge Tristán Rodríguez.
Con respecto a esta definición, Vescovo explicó: “Yo pienso que más pruebas no se van a poder juntar, pasaron 4 años ya y está todo en la causa. Si me hubieran dicho desde un principio sus dudas, lo hubiera pensado pero todo lo que sabemos apunta hacia Ortiz”.
Según lo relatado, los principales pruebas contra Ortiz se basan en el testimonio del primo de la víctima que estaba junto a él y las cámaras de seguridad del boliche. “Desde un principio mi sobrino dijo que fue Ortiz, lo reconoció porque vio cuando bajó del auto y le disparó”, relató la madre del joven.
Además, Vescovo resaltó la actitud de Ortiz debido a que desde un principio se dio a la fuga, se “escondió de la justicia” y exigió que se investigue a los coautores. “Yo siempre quise al asesino de mi hijo preso, no quiero a cualquier tipo sino al que le arrebató la vida a mi hijo”, afirmó.
Nicolás López, de 18 años, fue asesinado el 19 de marzo de 2016, a la salida del boliche Kla-C en Lanús, en Hipólito Yrigoyen y Sáenz Peña. La víctima y su primo mantuvieron una discusión con unos hombres en el interior del local, luego salieron y fueron emboscados a los pocos metros por un grupo de personas desde donde le dispararon.
