Hace 21 años un grupo de policías de la ex Brigada de Investigaciones de Lanús acribillaron a balazos a cuatro hombres en Wilde. Las víctimas iban en dos autos. Los agresores – comandados por el poderoso ex comisario Juan José Ribelli – nunca pudieron justificar el ataque. Tras 20 años de impunidad, acompañada por la complicidad de un sector de la justicia lomense, durante la segunda mitad de 2014 el juez de Garantías de Lomas de Zamora Gabriel Vitale tomó decisiones trascendentales que dejaron a los 9 ex uniformados que participaron de la denominada Masacre de Wilde a un paso del juicio oral y público.
Por Alejandro Córdoba
La reactivación de la investigacion que encabezó Vitale incluyó la detención del ex policía Marcos Ariel Rodríguez, prófugo durante 20 años. En cuanto al debate oral, hay posiciones encontradas: si bien algunas fuentes judiciales consultadas por Diarioconurbano.com estiman que la fecha será en la segunda mitad de este año, otras, algo más cautas, señalan que los tiempos procesales y la designación de un tribunal podría demorar el juicio, “por lo menos”, hasta 2016.
En noviembre y diciembre, en decisiones sobre la situación de Marcos Rodríguez y de los otros ocho ex policías, la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora confirmó la elevación a juicio dictada por el juez Gabriel Vitale. Actualmente, las defensas de los acusados – todos en libertad salvo Rodríguez – presentaron un recurso en la Casación Penal bonaerense, que debería resolverse en la primera parte de este año. Lo más probables es que, con un resultado adverso, los imputados recurran a la Corte Suprema con el objetivo de dilatar lo que será un histórico juicio oral en los tribunales de Lomas de Zamora.
Tanto Rodríguez como sus ex compañeros de la entonces Brigada de Investigaciones de Lanús están imputados de cuádruple homicidio simple y tentativa de homicidio. Cabe recordar que en la recordada masacre hubo un milagroso sobreviviente.
Si bien aún no aceptaron el cargo, Rodríguez nombró a dos famosos abogados como defensores: Miguel Angel Pierri – quien supo representar al sacerdote Julio Grassi – y a Carlos Telleldín, quien espera un nuevo juicio oral y público como imputado del ataque a la sede de la AMIA.
Los ex policías que esperan el juicio oral y público son Roberto Mantel, Osvaldo Lorenzón, Eduardo Gómez, Pablo Dudek, Marcelo Valenga, Marciano González, Julio Gatto, Hugo Reyes y Marcos Ariel Rodríguez. Cabe recordar que otros dos policías fallecieron durante el dilatado proceso.
La masacre de Wilde ocurrió el 10 de enero de 1994, cuando once policías de la ex Brigada de Investigaciones de Lanús de la policía bonaerense descargaron casi 360 tiros de itacas y ametralladoras sobre dos autos en busca de supuestos delincuentes y asesinaron a cuatro personas.
Las víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros Claudio Mendoza y Enrique Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505, y el vendedor de libros Edgardo Ciccutín, que se trasladaba en un Dodge 1500, conducido por Claudio Díaz.
De acuerdo a los peritajes, ambos vehículos y las víctimas recibieron unos 200 impactos de bala calibre 9 milímetros, disparados con pistolas y al menos un subfusil Uzi.
La primera parte de la investigación estuvo a cargo de la jueza de Lomas de Zamora Silvia González quien, en un impecable trabajo, les dictó la prisión preventiva a los policías involucrados. Luego, la magistrada fue desplazada por una cuestión procesal y el expediente comenzó a acumular fallos que fueron favoreciendo la impunidad en el caso, que terminó tras la intervención del juez de Garantías Gabriel Vitale.
En ocasión de este nuevo aniversario de la Masacre de Wilde, la madre del librero Edgardo Cicuttín, Eva de Cicuttín, expresó: “Se cumplen 21 años del día que me arrebataron de mi hijo. No puedo resignarme a su ausencia y me quema el dolor. Sería un pequeño alivio que por fin se haga justicia”.
En tanto, Raquel Gazzanego, viuda del librero asesinado, señaló que hechos como la Masacre de Wilde “nunca deberían ocurrir”, a la vez que sostuvo que las víctimas fueron fusiladas “pero nadie jamás dio una explicación”.
“Esperamos, fervientemente, que nos den pronta fecha para el juicio y que además sea oral y público. Por eso seguimos exigiendo justa justicia”, finalizó.