El Celeste derrotó a Villa Dálmine, como visitante, por 2 a 1 y aún tiene posibilidades de ser campeón. Los goles los anotaron López (8´) y Corado (81´), mientras que Pérez (86´) descontó para el local. La próxima fecha, el conjunto de Rezza, plegado de ilusiones, recibirá a Almagro.
Una semana de recuerdo para Temperley. Tal vez, la más feliz en mucho tiempo, en términos netamente futbolísticos. Luego de vencer el domingo pasado a Nueva Chicago, con una fantástica actuación, el martes se confirmó que el Gasolero clasificó al Cuadrangular, objetivo base de la temporada. Y si bien la alegría y el festejo fueron generalizados, quedó el pequeño asterisco de no poder celebrar el logro dentro del campo de juego. Por eso, el partido contra Villa Dálmine se presentó como una buena alternativa para estirar en el césped la euforia y, lógicamente, procurar mantener el nivel.
El partido, inicialmente, fue sumamente reñido en la mitad de campo. Sin embargo, conforme pasaron los minutos, el Cele, de a poco, empezó a dominar a partir de su sector izquierdo, con los desbordes de Leonardo Di Lorenzo y las apariciones por sorpresa de Patricio Romero, sumadas a las colaboraciones de Fernando Brandán.
Con la contundencia que ya le resulta habitual, el conjunto dirigido por Ricardo Rezza logró ponerse en ventaja a los ocho minutos: un golazo de Luis López desde aproximadamente 25 metros, que el arquero Agustín Gomez no alcanzó a rechazar abrió el encuentro. Con la fuerza de Adrián Arregui, rasgo distintivo del volante, y el empeño de Cristian Quiñonez Temperley dominó el primer tiempo, con algunas posibilidades aisladas que justificaron el marcador.
El complemento cambió su desarrollo. El Gasolero se replegó varios metros y apostó al contra ataque como principal arma para definir el duelo, mientras que los adiestrados por Sergio Rondina buscaron la igualdad. El sistema del Cele fue el que prevaleció: un pase de Brian Cucco, a los 81 minutos, fue recepcionado por Gastón Corado, quién forcejeo con el zaguero Facundo Gómez, quedó mano a mano con Agustín Gómez, y definió con excelencia utilizando la parte externa del botín. El 2-0 en esa instancia pareció terminar con cualquier interrogante, pero a los 86 minutos, Raúl Pérez logró descontar y puso puntos suspensivos. Sin embargo, no fue más que eso.
Temperley ya está en el Reducido. Ha hecho méritos. Su clasificación es inobjetable. Pero aún queda un sueño: ser campeón. Está a cinco puntos de Nueva Chicago, restando seis en juego. Parece utópico. El Celeste enfrentará el fin de semana a Almagro, en el Beranger, y luego visitará a Chacarita. Al conjunto de Mataderos se le vienen Colegiales, de visitante, y Comunicaciones, de local. No depende de sí mismo. Pero la ilusión está. Y la alegría, también.
SÍNTESIS
VILLA DÁLMINE (1): A. Gómez; G.Gómez, F. Gómez, Zamponi, Mbombaj; Luna, Grecco, Falcón, Gaeto; Gómez, Salvatierra. SUPLENTES: Fernández, Celaya, Acosta, Ferreiro, Pérez, Ferreyra, Solís. DT: Sergio Rondina
TEMPERLEY (2): Crivelli; Barrios, Aguirre, Cucco, Romero; Arregui, Salina, Quiñonez, Di Lorenzo; Brandán, López. SUPLENTES: De Bórtoli, Paz, Del Castillo, Gianunzio, Sambueza, Corado, Herrera. DT: Ricardo Rezza
GOLES: 8´ Luis López (T), 81´ Gastón Corado (T), 86´ Raúl Pérez (VD)
CAMBIOS: 19´ Juan Ferreyra por Víctor Gómez (VD), ET Gastón Corado por Luis López (T), 56´ Raúl Pérez por Fernando Luna (VD), 62´ Fabián Sambueza por Fernando Brandán (T), 79´ Emiliano Gianunzio por Adrián Arregui (T).
AMONESTADOS: 23´ Cristian Quiñonez (T), 31´ Facundo Gómez (VD), 42´ Brian Cucco (T), 45´ Patricio Romero (T), 61´ Fernando Brandán (T), 67´ Horacio Falcón (VD),
ÁRBITRO: Eduardo Gutiérrez
ESTADIO: El Coliseo
INFORME: Matías Cepeda / Mauro Spinassi
FOTOGRAFÍA: Guillermina Payero
Prensa C. A. Temperley