El 30 de mayo de 1982 Hugo Bulacio cumplió 19 años, estaba en Malvinas, en plena guerra, prestando servicios en el Batallón Logístico 9. “Creo que ese día nevó”, cuenta. “Éramos 60 o 70 soldados que estábamos detrás de la primera línea. Si nos necesitaban, teníamos que ir para allá. Estábamos donde antes era el cuartel de los Royal Marines”. Hugo trata de transmitir la vorágine de sensaciones y sentimientos que experimentó durante el conflicto bélico: “Pasás de la alegría a la melancolía, a la desesperación, al miedo. Todo eso en un día, no en un mes”, asegura.
“Cuando nos bombardearon estaba en una guardia de dos días. El primero de mayo, a las siete de la tarde, nos mandaron a dormir y cometí el error de sacarme los borceguíes porque no los aguantaba más. Alrededor de las dos de la mañana empezó a temblar la tierra. Todo estaba oscuro y yo medio dormido. Salí corriendo a buscar la posición y me tiré en cualquier lado (…) Se vivieron muchos estados de ánimo en poco tiempo y eso a algunos los atacó más que a otros”, recuerda.
El relato de Bulacio forma parte del libro “35 años después”, que aborda la temática de la Guerra y Posguerra a partir del relato en primera persona de doce ex combatientes de la región que prestan servicios en diferentes delegaciones del PAMI. La producción contó con el acompañamiento de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, y la coordinación editorial de los docentes Soledad Arreguez Manozzo y Alejandro Giuffrida, quienes trabajaron en los textos junto a un equipo de estudiantes que integran la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO).
“La Universidad acompañó este proyecto. Formamos un equipo de trabajo, nos organizamos y rápidamente nos orientaron y ayudaron a ordenar a todo el grupo de veteranos sobre esa idea de gestar el libro. Se establecieron los plazos y casi sin darnos cuenta, con la guía y profesionalismo de los estudiantes y editores de AUNO fuimos dándole forma al nacimiento de nuestro texto”, explicó Roberto Piccardi, ex combatiente y coordinador general de la publicación.
Por su parte, Pablo Vellani, secretario de Extensión universitaria, destaca: “Como Universidad estamos comprometidos con la reconstrucción de nuestra historia reciente y tenemos la convicción de que la memoria colectiva es el único elemento que nos posibilita aprender del pasado para no repetir sus capítulos más oscuros”.
Además de Piccardi y Bulacio, “35 años después” recorre las historias de Dardo Adobatto, Ricardo Rojas, José Luis Andino, Alberto Polo, Gabriel Salgado, Jorge Altieri, Pablo Mariotto, Marcos Giménez, Roberto Bielick y Miguel Giorgio.
A través de la voz de los protagonistas, el libro aborda en diferentes pasajes los inicios del conflicto. “El 30 de marzo de 1982 me estaban enseñando cómo debía presentarme ante un cabo, sargento o teniente, y al otro día ya viajamos a las Islas. Había que defender el territorio. Nombraron a los soldados que entraban en la lista y yo estaba entre ellos”, cuenta Polo.
Los duros recuerdos del combate también están presentes entre los doce testimonios. “Nos bombardearon con morteros terrestres y mataron al sargento Ron, mientras que hirieron a otro compañero en la pierna y a mí en la cabeza. La herida me provocó pérdida de masa encefálica del hemisferio izquierdo, pérdida del ojo izquierdo, que posteriormente se transformaron en las cicatrices que me acompañaron el resto de mi vida”, narra Altieri.
Las emociones y dificultades que envolvieron el retorno de los doce ex combatientes aparecen en cada relato. “Yo bajé en la estación de Claypole y él siguió hasta Rafael Calzada. La estación estaba desolada, no había nadie ni tampoco colectivos. Me separaban más de 30 cuadras hasta mi casa; comencé a caminar (…) Cuando me vieron empezaron las emociones, las lágrimas, los abrazos interminables y las miradas sin comprender qué era todo lo que había pasado. Mi hermano saltó el alambre y llamó a mi padre, gritándole que se despierte, que yo había vuelto. Fue la primera vez que vi a mi padre llorar”, recuerda Andino.
Para Vellani, el recorrido por estas doce historias de vida “se viste de homenaje a todos aquellos que lucharon en las Islas, a los sobrevivientes, a quienes cayeron en la guerra y también a las vidas que se perdieron más tarde por su causa”.
En la misma línea, Rojas, uno de los protagonistas, reflexiona: “En la escuela nos enseñaban sobre los héroes de nuestra historia: San Martín, Belgrano, Güemes y tantos otros que conocí en los libros, en los bronces. Allá, en las Islas, palpé a los héroes, tuve la oportunidad de conocerlos, de combatir codo a codo con ellos. Murieron cerca mío”.
