Alrededor de 50 familias en el barrio La Tranquera, en Quilmes Oeste, sufren la falta agua corriente hace más de 11 años. «Creemos que este es el último que vamos a sufrir», se esperanzan.
Los vecinos se manifestaron en los últimos días cortando Avenida Calchaqui y Zapiola con el objetivo de poder dialogar con algún representante del Municipio de Quilmes. “Estuvimos desde las 8 hasta las 19,30, recién se acercaron a hablar con nosotros cuando vieron que íbamos a quedarnos a acampar”, contó a Diarioconurbano.com una vecina.
A 400 metros del barrio, en el puente Lamadrid, en Bernal Oeste, está la única canilla con agua corriente. Los vecinos se acercan a la noche, horario en el que hay más presión, para así llenar bidones o baldes y tener agua durante el día siguiente. Si bien el agua no es apta para consumo, no todas las familias poseen los recursos para comprar agua potable.
“Estos días de mucho calor no teníamos nada de agua. Nos cansamos, no podemos estar más así” manifestó a este portal una de las encargadas del reclamo vecinal. “Hay personas mayores con problemas cardiacos y chicos con discapacidad”, agregó.
Desde AySA, después del corte de calles, les brindaron 5 bidones de agua a cada familia y aseguraron que lo harán 4 o 5 días más hasta que terminen de solucionar el problema.
Si bien los vecinos están contentos por lo que están logrando, aseguran que quieren que el barrio siga mejorando.
«Todavía tenemos mucho por seguir, nos falta arreglar la luz, que nos traigan tachos para poder tirar la basura, y tenemos un proyecto en armar una cooperativa en el barrio para que nosotros lo mejoremos, abrir una iglesia comedor y cosas para los chicos. Recién dimos el primer paso, nos queda mucho por luchar todavía», plantearon los vecinos de La Tranquera, en Quilmes Oeste.
Florencia Suárez
