El brutal asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela continúa generando conmoción. Mientras cuatro personas permanecen detenidas, los investigadores buscan al presunto autor intelectual: un joven narco de 23 años conocido como “Pequeño Jota” o “Julito”.
Según la investigación, el triple femicidio fue transmitido en vivo por redes sociales para al menos 45 integrantes de la organización narco. Durante la tortura, el acusado habría pronunciado frases como: “Esto es lo que le pasa al que me roba drogas”, en un mensaje disciplinador hacia su propia banda.
Los resultados preliminares de las autopsias revelaron una violencia extrema:
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Una de las víctimas presentaba fractura de cráneo, heridas punzocortantes en el cuello y lesiones aplastantes en el rostro.
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Otra sufrió luxación cervical, golpes graves en la cara, encintado de manos y pies, y cortes posteriores a su muerte, aparentemente para dificultar la identificación.
El perfil del presunto líder
De acuerdo con fuentes judiciales, “Pequeño J” sería un narco peruano que reside en la villa Zavaleta, en la Ciudad de Buenos Aires. Lejos de ser un gran capo, se lo describe como un vendedor de drogas al menudeo que recibía cocaína, la fraccionaba y la distribuía entre distintos puntos de venta.
El periodista Pampa Mónaco lo definió como un “traficante de baja escala, pero con un alto nivel de violencia”. Por su parte, Mercedes Ninci aseguró que el acusado habría mantenido una relación con Lara, la víctima de 15 años.
La investigación judicial
Aunque cuatro personas ya fueron detenidas e imputadas —dos por homicidio agravado por violencia de género y dos por encubrimiento agravado—, la captura de “Pequeño J” se convirtió en el objetivo central de la causa.
Para los investigadores, el joven narco sería quien ordenó las torturas y los asesinatos, con el fin de enviar un mensaje de poder dentro del circuito del narcotráfico.