La familia de Ignacio Seijas, un joven de Villa Albertina que fue baleado por un efectivo de la Policía Bonaerense, denuncia que el agente continúa con su trabajo y pide que se agrave la calificación legal. El hecho ocurrió en junio del 2020 cuando un grupo de policías allanó una vivienda pero era una dirección equivocada. Actualmente la causa está caratulada como «lesiones graves».
En diálogo con DiarioConurbano.com, Marina, madre del joven, contó: “La causa sigue igual y continuamos pidiendo que se agrave la carátula porque considero que un oficial que dispara a menos de un metro a la cabeza tiene intenciones de matar”.
El único acusado es el oficial Daniel David Antonio, quien obtuvo la excarcelación luego de que el Juzgado de Garantías 5 de Lomas de Zamora modificara la calificación legal al argumentar que no existieron intenciones de matar al haber disparado con postas de goma.
“Desde entonces queremos que se agrave la carátula de lesiones grava a tentativa de homicidio. Mi hijo está vivo de milagro y luchamos todos los días para sacarlo adelante”, afirmó Marina.
Además de exigir por la carátula, la familia del joven considera que el agente debería ser removido de su puesto y resaltó las consecuencias tanto físicas como psicológicas que padecieron tras el hecho.
En este sentido, Marina comentó que el acusado “no está capacitado para cuidar a nadie” y repudió la reincorporación a su puesto. “El sigue trabajando como si nada. Estuvo un mes detenido y se lo veía lo más bien por redes. Ese tipo no puede cuidar a la sociedad ni tener un arma en la mano”, opinó.
A su vez, la madre del joven criticó el rol del Estado en esta causa debido a que dejaron de brindarles acompañamiento psicológico.
“El Estado no nos está ayudando cuando fue el mismo Estado el que entró a mi casa y casi matan a mi hijo. Entonces es el Estado el que se tiene que hacer cargo para restaurar su salud, se tiene que hacer responsable”, manifestó.
El ataque ocurrió a mediados de junio del 2020 cuando un grupo de policías allanó una vivienda ubicada en Villa Albertina, pero era una dirección equivocada. En el marco de la investigación por unos objetos robados en una escuela de Villa Centenario, los efectivos policiales ingresaron al domicilio, en donde se encontraba Ignacio. El joven recibió varios disparos de balas de goma, lo que produjo la pérdida de su vista en el ojo derecho.
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